Estas son las cosas tan insólitas que se presentan en la vida. Cuanta impresión me ha causado este caso real del cual me refiero hoy, porque pude ver de cerca la absurda realidad que muchos hermanos pobres atraviesan en nuestra sociedad.

Todo sucedió un día en la puerta de la Iglesia Santa Cruz de Manga, cuando conocí a Ángela una señora muy pobre con facciones finas, de aproximadamente 35 años, que fue abandonada por su marido por haberse enamorado de otra mujer.
Ella, concibió con su marido tres (3) hijos y tuvo la necesidad de salir a vivir a la calle, dizque, para rehacer su vida y conseguir el sustento diario de su familia.

Edinson un señor que también vive en la calle, me contó un poco de ella, diciéndome: “Ella me da lastima, por que tiene una pobreza absoluta, es tan pobre, que ser amigo de ella no trae ninguna ventaja, solo trae problemas”.

Entonces para asegurarme más de esa situación, me acerque a ella a fin de platicar y en medio de esa conversación me dijo: “,Sabe señor, no tengo amigos, un día no tuve más remedio que pedirle ayuda a un señor que vive en este barrio, quien de manera muy amable me regalaba ropa vieja y dinero, y el resultado fue que me dejó embarazada y con otro bebe. El señor, no tiene nada que ver conmigo, ni con su nuevo hijo”.
Y… prosiguió con lagrima en sus ojos: “Con esa experiencia vivida cada vez que pido ayuda siento que otros, igual que ese tipo, se van a aprovechar de mi”.
Me comento, que vive frustrada y ejerce ya la prostitución, porque dice que “ al pobre… siempre le sucede lo mismo, todos quieren aprovecharse de ellos y pasar por encima”. Y “Es difícil que me supere y que sea capaz de confiar en alguien”.

Ésta historia me ha estremecido hasta el alma. Cuantos casos similares viven muchos hermanos en la calle por circunstancias diferentes. Cuantos poseen lo suficiente para vivir y ni siquiera se preocupan por las necesidades de aquellos que verdaderamente necesitan. Verdaderamente, la brecha que existe entre ricos y pobres es cada vez más profunda. El que tiene y es rico, se cree superior y quiere sacar ventaja de todo, aprovechándose de muchas maneras del pobre. Y…el pobre, es cada día más pobre.

Ya Ángela, vive en la prostitución, a quien hay que culpar?, será a ese hombre del barrio que se aprovecho de ella?, o a nosotros, que no la hemos determinado y no le hemos dado la mano para ayudarla?.

Casos entre ricos y pobres, también se vivieron en los pueblos de la Biblia, así lo podemos constatar en Eclesiástico 13, 1-8 y 13, 21-26 y que Jesús, hizo frente a estos problemas con actitudes ejemplares, como se puede constatar en Mateo 19. 23-24 y 6. 19-20 – Lucas. 19-1-9.

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