sábado, noviembre 18, 2006
EL VALOR DE LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN
Muchas veces nos hemos sentido confundido ante nuestra familia, nuestra comunidad, vecinos, etc. Y no sabemos como darle el crédito que se merecen las personas que comparten y conviven en nuestro entorno.
En ocasiones, actuamos muy apresurados y sin darnos cuenta para calificar y “juzgar”, sin conocer de cerca como es su interior.

De verdad que vivimos en una comunidad ciega y enferma. Solo nos interesa el hombre que “tiene” el prestigio, el dinero, el poder, la casa, el carro y se da el mayor de los lujos. Y nos decimos: ¡Éste si es el que vale la pena!, pero aquel que no posee nada, es ese “Don nadie” y ni siquiera nos interesa y le prestamos atención.

¡Estamos equivocados! El valor de las personas se mide desde la capacidad de servicio y solidaridad. No son los conocimientos, ni los bienes que acumulamos, ni los éxitos sociales que obtenemos, sino, en esa capacidad de darnos para servir y ayudar a los demás.

Hoy te invito pues a recapacitar y compartir con todos aquellos que están a tu lado, ese amor infinito que Dios te ha brindado y a partir de allí, aprender a brindar luz, verdad, esperanza y alegría a todos los que te rodean, renunciando inclusive a nuestras necesidades superfluas.

Recuerda esto:


Jesús lo entregó todo por nosotros.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:17 a.m. | Permalink |


1 Comments:


  • At 7:47 a.m., Anonymous Anónimo

    Excelente artículo, nos invita a que abrámos los ojos y miremos a los demás libres de juicios, así como el Señor es capaz de observarnos.

     
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