miércoles, octubre 18, 2006
ATREVETE A VIVIR FELIZ
En cierta ocasión caminaba por las calles de mi barrio Manga en Cartagena haciendo los ejercicios matinales recomendados por mi medico cardiólogo; cuando se me acerco un señor de aproximadamente 45 años, y con mucha ofuscación y desespero, se dirigió con palabras, para preguntarme como podría vivir feliz y poseer lo necesario para sostener su familia y darle la verdadera felicidad.
Me comento, que había recurrido en la ayuda de personas que saben de suerte y que buscó con ellos, las soluciones a sus sueños, pero que no había tenido el éxito.

Le pregunte entonces, el porque se había acercado a mi. Que yo no era mago o brujo que leía o presagiaba la suerte, ni mucho menos, ese que adivinaba el futuro.
Y me respondió con mucha confianza. Mire, es que yo le he visto a usted en muchas ocasiones feliz junto a su familia y con su esposa en la Iglesia de Manga al lado de los curas, leyendo en las misas las lecturas y hasta organizando muchas veces las misas.

Y le dije, es cierto, pero ello no amerita a que usted me haga esa consulta. Y me respondió. Si, por que usted es un hombre de Dios!. Ello, me dejo sorprendido.
Bueno le dije, Sabes, yo soy Salvatoriano Laico junto con mi esposa y hacemos parte de la misma comunidad religiosa de los curas de la parroquia de Manga quienes son también Salvatorianos, hoy me ha escogido el Señor para brindarte una orientación sobre de lo que puedes y debes hacer, pero lo mas importante y principal de todo esto, eres tu, tu como persona. Es decir, pregúntate si estas en disposición de escuchar y entender este llamado o dejarlo para otra ocasión.

Y proseguí diciéndole, que en la Parroquia de Manga estaban los Sacerdotes que prestan allí sus servicios. que le podrían asesorar.
Me dijo: Bueno, eso haré, pero quiero escucharlo a usted por que su cara y su aspecto, me proporcionan confianza y esperanzas. Quiero que disponga un ratito de su tiempo, me atienda y me de algunos consejos.

A lo que Yo le dije bueno vamos. Nos sentamos en una de las bancas que hay sobre el paseo peatonal y sin decirnos unas palabras nos pusimos a observar todo cuanto estaba a la vista de nosotros en la bahía más hermosa de América.
Después de unos minutos, y haber pedido a Dios sabiduría para encausar a ese señor, cuyo nombre me reservo, le dije: Has observado por unos instantes lo que nos ofrece Dios hoy. Me dijo: Si, un nuevo amanecer.

Ves como se despierta el día; ves como amanece la bahía?, no la notas tranquila a pesar de la niebla que la cubre?, Ves como las aves emprenden ya su vuelo e inician el día con sus cantos y sin afanes?. Todo es apacible y tranquilo.
Ponte a pensar un momento como es en estos instantes el pensamiento de muchos hombres. Veras que desde que despiertan muchos están ya afanados y desesperados por las cosas del mundo, no viven y sienten nada de lo que hoy empezamos a valorar. Son como unas maquinas que están programadas para levantarse, desayunar y salir a tomar el bus o el carro, que los ha de llevar a su trabajo u ocupación. Se afanan, solo por llegar a la hora y cumplir su labor y toda su mente y su cuerpo la entregan a esa función. Todo es en pos de su trabajo, el dinero y los placeres.
No piensan que Dios nos regala la vida de cada nuevo día y que todo lo que va a transcurrir y realizar está bajo su voluntad.

Y me dijo asombrado. Caramba, nunca antes me había sentado a observar tanta hermosura que nos regala Dios todos los días y a escuchar a alguien como usted. Nunca antes, me había detenido y sentido la sensación hermosa y profunda de observar en cada cosa, animal o paisaje la presencia de Dios y eso me dice mucho. Que lastima me da, que hoy el hombre éste en función de otras cosas, ojala tuviesen un espacio en su vida como este que estoy viviendo. Oiga, sabe, que estoy dispuesto a seguir escuchándole y a echar pa´lante.

Le dije, oiga lo felicito, porque no todos tienen esta oportunidad, eres un privilegiado de Dios.

Le pregunté el por que se afanaba tanto por el dinero, los placeres y dejarle a la familia una felicidad vaga soportada en bienes materiales. Y le comente, que muchas de estas cosas nos ayudaban a desviar la vida y a descuidamos las cosas espirituales hasta el punto, de olvidarnos de Dios.

Le pregunte, si tenía donde escribir, y me dijo: Si, Le dije entonces que anotara el texto del Evangelio de San Mateo Cáp.6.24-34 y lo invite a que al llegar a su casa lo buscara, lo leyera y meditara, que era una de esas parábolas donde Jesús nos habla de la confianza que debemos depositar en Dios y no en el dinero y cosas materiales. Que analizara como en ella, Jesús, nos pide la plena libertad para servir a Dios. Que debemos escoger entre Dios y los falsos dioses que son esos mismos en los que estaba pensando.

Y continué diciéndole: El dinero y los placeres nos hacen sentir la seguridad y la felicidad, pero nos hacen perder el momento presente y todo lo que debe importarle al hombre. El dinero nos impide pensar en nuestro progreso personal y hasta familiar, descuidamos de nuestra salud y la de nuestros familiares por el hecho de no gastar y acumular, y cuantas cosas mas.

Para que tantas preocupaciones? Hoy el Señor conociéndote como actúas, se ha acercado a ti y te ha hecho una propuesta; que te acerques a mi y sea yo quien te encause por el camino correcto. Ves, como Él nos ama? Somos sus hijos y no quiere que tomemos otros rumbos.

Él hoy nos ofrece esta belleza espectacular, mira la bahía. Mira como va saliendo el sol y va despejando toda esa niebla que la tiene oscurecida y fría.
Mira como los rayos de la luz del sol, van penetrando en aquellos edificios, en esas lanchas y barcos encallados, y como las aves conociendo que amanece un nuevo día, nos invitan a volar, a soñar y a despertar. ¡ Cuanta belleza !.

Decídete hoy a mirar la vida de otra manera a dejarle a tu familia algo que produzca esperanzas.
Estamos llamados a ser seguidores de Cristo y a ser luchadores de la verdad y la justicia. Para ello, debemos sacrificar intereses pasajeros y egoístas por serle fiel.

Cuando llegues a casa órale al Señor que Él te escucha, lee y reflexiona además a Marcos 10.28-31 donde Jesús habla sobre la recompensa de los que le siguen. Que es muy interesante conocerla.

Entonces le pregunte, que como se había sentido con todo lo que le he dicho?. Y me respondió: Bueno de verdad, no pensé nunca que me encontraría con alguien como usted, que me haría caer en cuenta muchas cosas, que nunca antes había meditado.
Verdaderamente uno descuida muchas cosas por estar pensando en cuestiones inoficiosas. Usted, me ha hecho caer en cuenta que las cosas de Dios son más importantes que las del mundo. Iré a darle a mi familia esta buena noticia. Quiero volver a encontrarme contigo y tener otra conversación como la de hoy. Leeré las citas bíblicas que me dio y las meditare. Gracias señor.

Nos levantamos y nos despedimos hasta una próxima oportunidad. Tomo otro rumbo y yo proseguí mi caminata dándole gracias a Dios por darme inteligencia y sabiduría.

Estos son los momentos que debemos tener los hombres para atrevernos a vivir feliz.

Laureano García Muentes SDS.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:39 a.m. | Permalink |


1 Comments:


  • At 5:57 p.m., Anonymous Anónimo

    Gracias por mostrarnos el poder transformador de Dios en la vida de una persona y la de su familia.
    No hay nada mas precioso y de tanto valor que experimentar su amor y que por medio de nuestras vidas otros se arriesguen a conocerlo.
    Gracias papi, por tu ejemplo de amor.
    Tu hijo
    Fernando

     
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