LA COMUNICACIÓN CON NOSOTROS MISMOS

Cuando hablamos de la auto-reflexión, a veces creemos que fuera un metodo fácil para lograr el crecimiento personal, al que muchos hombres y mujeres aspiramos. Pero la cosa, no es así. Primero, lo considero difícil, porque es arduo determinar nuestra cuota de responsabilidad frente a ella.

Esto lo digo por experiencia. Cuando buscamos las justificaciones a deseos, aspiraciones, logros y a nuestros errores, razonamos muy superficialmente y queremos tapar cosas y así eludir responsabilidades que han de correspondernos.
La segunda dificultad, es hallar el momento y el espacio para el dialogo sincero con nosotros mismos.

Este espacio es el que nos enseñan cuando vamos a realizar el Sacramento de la Confección; Y se llama, El examen de Conciencia.

Lamentablemente en nuestras familias, instituciones educativas y de convivencia social, ya no se fomenta esta practica, porque no interesa y porque en el mundo existen cosas más importantes y llamativas que van de acuerdo a la honda en la que gira.

Nosotros mismos hemos perdido este habito e inmersos en los anti-valores del mundo competitivo y afanado, nos hacemos a un lado para que todo avance y continué así.

Examinar y reconocer los problemas y enfrentarlos, es la única forma que tenemos para madurar.

Recuperar el don que Dios nos ha regalado de reflexionar, nos ayudan a relacionar y analizar todo ese embrollo de ideas ocultas que están en nosotros y que de vez en cuando, aparecen en la cabeza.

Los métodos que existen son diversos, pero creo que con los que te voy a mencionar podrías iniciar de manera efectiva este trabajo que es demasiado importante para ti y para todo aquel que contigo convive:

· Escribe todo cuanto se te cruza por tu mente, ello, te permitirá hacerte una limpieza de tus archivos internos y ocultos.
· Ordena todo y por orden de importancia borras los que no te sirven buscando su causa y efecto y guarda los que creas que puedas guardar.
· Olvida todos esos archivos viejos y perdónate a ti mismo y a los que intervinieron en ellos.

RECUERDA NUNCA ES TARDE PARA COMENZAR, SOLO DEDICALE UN POCO DE TIEMPO A TUS COSAS PERSONALES Y OBSERVA CON DETALLE CADA UNA.

COLOCATE SIEMPRE EN PRESENCIA DEL SEÑOR QUE EL TE GUIARÁ Y ACOMPAÑARÁ.