miércoles, noviembre 01, 2006
UNA EXPERIENCIA QUE RECOMPENSA
UNA EXPERIENCIA QUE RECOMPENSA



En una de estas noches soñé que me encontraba acostado en la arena del mar junto a mi esposa Mary que sentada a mi lado, contemplábamos como el viento irrumpía y formaba un oleaje impetuoso y las nubes se desgajaban sobre el mar. Ese viento era frió y nos pegaba fuertemente estremeciendo hasta nuestros huesos.

Era una de esas mañanas lluviosas en mi ciudad; y allí acostado, con el dedo escudriñando la arena, pensaba como podría yo ser esa sazón que condimentara y le diera sabor a tantos hombres y mujeres de hoy que viven desvanecidos en el mundo y que le dan poco interés a las cosas.

De un momento a otro, sin saber el porque, interrumpí mis pensamientos y le pregunté a Mary, que pensaba ella, sobre la situación que se venía sobre el mar. Ella, con una sabia respuesta me dijo: Sabes, no se que estabas tu pensando cuando te vi moviendo la arena, pero yo estaba ahora meditando sobre la homilía que expuso el padre Huberto el domingo en la Santa Misa.

A esa respuesta le dije, y por que pensabas eso? Y me respondió, sabes, al ver como esas nubes van apagando la luz del sol y como el viento sofoca el mar, me pregunté: ¿por que el hombre se deja vencer por los diferentes problemas que le invaden en su cabeza?. Y me dijo: Sabes que cuestionamiento me hice? Le dije, cual, Y prosiguió: ¿Recuerdas cuando el padre Huberto hablaba sobre el significado de ser sal y luz para el mundo? Bueno yo pensaba si la lámpara se apaga de nada sirve tener ojos buenos, pues todo estará a oscuras y no verías. Pero si los ojos están enfermos o ciegos, de nada te sirve tener una lámpara encendida, pues para ti, todo estará en la oscuridad. Le deje: Caramba Mary, tienes toda la razón. Y prosiguió: ¿ Qué debemos tener dentro de nosotros para que nuestros ojos estén sanos, para tener luz en ellos y podamos transmitir esa luz y ser claridad radiante de lámpara?.

Medité unos cuantos segundos y me dije para sí: Mis pensamientos e ideas son afines a los de Mary, no puede ser. La idea que nos da Dios hoy es única. Trabajar en unión unos con otros para convencer al mundo que somos luz y sal para la reconciliación y la paz, que somos agentes del amor, de la fraternidad, la solidaridad y de la justicia, que tenemos que trabajar en grupo para concientizar a la gente.

Le dije a Mary: Sabes, verdaderamente el Señor está con nosotros. Te voy a comentar la siguiente anécdota: Como tu sabes en estos últimos años me ha tocado de todo un poco en casa, María Margarita nuestra hija me dijo en cierta ocasión: ¡pero papi, tu no te cansas de cocinar siempre lo mismo, arroz, carne y sopas!.
La respuesta mía era, mira hija, lo que pasa es que cada día hay diferencia de sazón, ¿ no te has dado cuenta? Si no te has dado cuenta, te digo que ha pesar de servir lo mismo, hay diferencia entre la comida de hoy y la de ayer. ¿Y sabes por qué? Hay una razón fundamental. ¿ Como sentiste la comida de hoy con relación a la de ayer?, A ver, la de ayer tenía como falta de sabor y como falta de sal.
Le dije: comida sin sal es lo mismo que motor sin gasolina, radio sin pilas no sirve para nada. Así sucede con la vida. Mira como esas cosas pequeñas hacen funcionar hasta las más grandes.

Un poquítito más de sal, da gusto y sabor a muchas libras de arroz, carne y sopas.
Así es a veces la vida de la gente, sin sabor. Y me dijo: ¿Papi y por qué? , le respondí: Todos los días mucha gente actúa igual, nada para ellos es gracioso, todo es con la misma rutina, con el mismo trabajo, con las mismas actitudes y hasta con las mismos actos de grosería. Para ellos nada nuevo acontece.
No crees que es necesario que la gente le ponga sabor a su diario vivir?. Pensemos que podemos hacer para que la gente le ponga sabor a la vida y cambien de actitudes.

Vamos leamos la Biblia y busquemos que nos dice Jesús para ayudarnos a cambiar de actitudes.
En el Evangelio de San Mateo 5, 13-16 y de San Lucas 11, 34-36, Él nos exhorta sobre lo que significa ser parte del Reino de Dios. Leámoslo.

Leímos las citas bíblicas y le pregunté: ¿Como podremos ser sal y luz para el mundo?, ¿ Cual ha de ser nuestra tarea de hoy en adelante para ser testigo de la luz de Cristo y sazón para el mundo?
Me dijo: Papi, verdad que muchas veces actuamos sin analizar las cosas y las situaciones, haciéndonos indiferentes. ¡Tenemos que cambiar de actitudes!.

Mary me dijo: Lau, que experiencia tan bonita me has contado. Margui, nos ha sacado de esa duda que teníamos sobre como construir una sociedad donde todos seamos continuadores del Reino de Dios. Nuestra tarea ha de iniciar Ya.

Al notar que la lluvia se nos venía encima y las gotas aumentaban su calibre, nos levantamos apresuradamente y nos fuimos a buscar refugio para no mojarnos, para luego almorzar, tomar el taxi e irnos para la casa.

En eso, desperté y viendo que había sido un sueño, me puse a escribirlo para mostrarlo como la experiencia que tenía ya una recompensa: Vivir y hacer que el mundo viva como Dios quiere,


Laureano García Muentes SDS.
Octubre 31 del 2.006
 
posted by Laureano García Muentes at 5:32 p.m. | Permalink |


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