lunes, enero 20, 2025

"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec"...Salmo 110.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 20 de Enero del 2025

El Evangelio de hoy tomado de Mc 2, 18-22 nos ayuda a reflexionar sobre nuestra Fe y como ésta la ponemos en práctica. 

Nos dice el texto del Evangelio que: "En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?". Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos". Mc 2, 18-22.

Como lo podemos observar en el texto del Evangelio, Jesús es cuestionado sobre la forma como ayunan Él y sus discípulos.

Los judíos tenían como norma el ayuno para expresarle a Dios el profundo arrepentimiento de sus faltas y buscar de Él la dirección Divina. 

Hoy Jesús en presencia de los líderes religiosos se compara como un novio de una boda que transmite alegría y no penitencia.

Es necesario que nosotros entendamos lo que significa renovación puesto que ella no nos lleva a un cambio externo  sino a un proceso interno  en el cual crecemos profundizando nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos. 

Jesús quiere Dinamismo y no quietud pues esta nos lleva a tener una fe estática y muerta. Por tanto, tenemos que ser receptivos a los cambios manteniendo la esencia de la fe en nuestra vida diaria.  

Jesús es el vino nuevo de Dios y necesita odres nuevos, corazones nuevos, vidas nuevas. Es un vino que transforma la cabeza, el corazón, la mirada, la voluntad, el comportamiento... Te pregunto: ¿Quieres dejarte transformar por Jesús? ¿tienes confianza en él o prefieres seguir con la rutina, los agobios y la insatisfacción de cada día? ¿Estas dispuestos a reconfigurar la vida?

Ayúdanos, Señor, a crecer espiritualmente y apostólicamente para poder ofrecerte una vida nueva, marcada por el amor a Ti y a mis hermanos. Que tu Espíritu Santo, santificador, sea nuestra guía para obrar con una absoluta confianza en tu providencia infinita.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:25 a.m. | Permalink |


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