"Estos son quienes buscan al Señor"...Salmo 24.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 1 de Noviembre del 2024
Celebra hoy la Iglesia la El día de todos los Santos, una fiesta especial para que recordemos a todas aquellas personas que a pesar de sus debilidades y tentaciones fueron dóciles a la acción del Espíritu Santo y han sido merecedores de la Gloria de Dios.
Que esta celebración nos ayude a comprometernos a vivir la presencia de la vida eterna desde ya; y a dar testimonio de la transformación que nos imprime la fuerza del Evangelio.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 1-12 nos presenta El Sermón del Monte o también llamado Las Bienaventuranzas.
Así, nos lo muestra el texto del Evangelio: "Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán "los hijos de Dios". Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos ustedes cuando los insulten y los persigan, y los calumnien de cualquier modo por mi causa.". Mt 5,1-10.
Hermanos, seguir a Jesús, es seguir sus huellas, vivir su vida, seguir por el camino de la verdadera felicidad a pesar de las persecuciones y dificultades. Es dar la vida por aquello que nos hace santos, alegres y felices a los ojos de Dios.
Con este Sermón, Jesús nos invita a estar felices si por Él a nosotros nos acosan, nos persiguen, nos insultan, nos injurian y acusan a causa de promover y motivar sus enseñanzas.
Él nos promete Felicidad y para lograrla, nos da la seguridad para llegar a ella. Solo necesitamos seguir el camino que nos señala y vivir conforme a sus instrucciones descritas en sus Evangelios.
Alegrémonos por estar en el camino y seguir sus huellas, pues, como Él lo prometió, grande será la recompensa que recibiremos en el cielo.
Gracias, Señor, por todas las personas humildes y limpias de corazón, que se fían de Dios; por las que comparten con misericordia las lágrimas de los tristes y se duelen con las injusticias; por las que tienen hambre de justicia y trabajan por la paz; aunque sean incomprendidas y perseguidas.