lunes, noviembre 18, 2024

"Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida"... Salmo 1.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 18 de Noviembre del 2024

Hoy celebra la Iglesia la Dedicación a las Basílicas de San Pedro y San Pablo. Templos históricos ubicados en la ciudad de Roma y donde reposan los restos de estos dos Apóstoles.

La Basílica de San Pedro fue construida por orden del Emperador Constantino en el año 323 y fue consagrada por el Papa Urbano VIII. En 1823 fue destruida casi en su totalidad por un gran incendio y fue reconstruida y consagrada por el papa Pío noveno el 10 de diciembre de 1854.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 18, 35-43 nos narra el Milagro del Ciego qué se encontraba sentado a un lado del camino pidiendo limosna, cerca de Jericó.

Dice el texto del Evangelio que: "Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: "Pasa Jesús Nazareno". Entonces gritó: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?" Él dijo: "Señor, que vea otra vez". Jesús le contestó: "Recobra la vista, tu fe te ha curado". En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios". Lc 18, 35-43.

Este ciego no conocía a Jesús y por ser ciego, no lo había visto. Solo se entera de quien pasaba a su lado por la gente a quienes le pregunta.

Hermanos, muchos hoy andamos ciegos por el mundo, pues desconocemos la Luz y vivimos en tinieblas.

Jesús es paciente y siempre espera y permanece dispuesto a recibirnos si está en nosotros la decisión firme de llamarle y demostrarle que creemos y confiamos en Él. 

Así como la Fe salvó al ciego, ella misma también nos puede salvar a nosotros, solo debemos ser confiados, firmes y perseverantes en nuestras convicciones  y peticiones, mediante la oración. 

Pidámosle al Señor que nos ayude a transformar nuestra forma de mirar y que aumente nuestra Fe para reconocerlo siempre cuando pasa a nuestro lado. 

Señor, aumenta nuestra fe para saber que Tú siempre estás con nosotros. Necesitamos la habilidad de ver todo desde tu punto de vista. Permítenos reconocerte como nuestro Salvador, agradecerte, adorarte y glorificarte por tu constante compañía. No nos dejes solo en nuestros problemas, pruebas y tristezas. 
 
posted by Laureano García Muentes at 4:18 a.m. | Permalink |


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