"Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,  el Altísimo consagra su morada"...Salmo 45.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 9 de Noviembre del 2024

Hoy celebra la Iglesia La dedicación de la Basílica San Juan de Letrán madre de todas las Iglesias de la Urbe y del Orbe.  Fue dedicada a Jesucristo Salvador y posteriormente a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista. Fue consagrada en el año 324 y desde el siglo XII toda la Iglesia, unida al Papa, celebra este día la Dedicación a esta Catedral. 

En esta Catedral fue Beatificado el 15 de mayo del 2021 Francisco María de la Cruz Jordán, (fundador de la Sociedad del Divino Salvador ó familia Salvatoriana) por el Cardenal Angelo De Donatis, vicario de Su Santidad Francisco para la Diócesis de Roma.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 2, 13-22, nos muestra la única vez que Jesús actúa con violencia refiriéndose al Templo de Jerusalén, donde arroja mercaderes y vendedores de palomas queriendo purificar con ello las prácticas religiosas convertidas en un mercado. 

Así nos lo narra el texto del Evangelio: "Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas,

Bien sabemos que el Templo material es el espacio donde le rendimos culto a Dios y allí, celebramos el encuentro con Él, oraciones, liturgias; para ello, necesitamos un ambiente especial a fin de hacer presente la dimensión comunitaria de la Fe.

En el Evangelio Jesús define el Templo como el lugar donde se adora en Espíritu y en Verdad. Notamos que Él al entrar en el Templo encuentra un comercio religioso y no a gente que buscaban a Dios; y entonces, actúa con violencia frente a los vendedores y cambistas porque lo habían convertido en un lugar para los engaños y abusos. Reinaba en éste, el afán por el dinero y el comercio interesado. ERA UN MERCADO. 

Hermanos, la actuación de Jesús nos ha de poner en alerta porque nos obliga a preguntarnos qué clase de religión estamos cultivando? Si está inspirada por Jesús nos puede convertir en santos, sino, estaremos cerrados al proyecto de Dios.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos regale sabiduría y fortaleza para siempre defender a nuestra Iglesia de la mediocridad y la indiferencia. 

Señor, hoy te pedimos la sabiduría y la fortaleza para saber defender a la Iglesia. Que nunca aceptemos la mediocridad o la indiferencia. Frecuentemente dejamos que la apatía o la flojera disminuyan nuestras ganas de trabajar, por eso te pedimos que enciendas en nosotros el fuego de tu amor para ser verdaderos apóstoles tuyos en el mundo de hoy, empezando por nuestras propias familias.