jueves, noviembre 07, 2024

"Que se alegren los que buscan al Señor"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 7 de Noviembre del 2024

El Evangelio de hoy tomado de Lc 15, 1-10, nos presenta La Parábola de la Oveja Perdida en la que Jesús resalta el gozo y la alegría de Dios en recuperar al hombre perdido.

Dice el texto del Evangelio que: "Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. Lc 15, 1-7.

Hermanos, toda la historia de la salvación nos muestra la imagen y el espejo del Padre Misericordioso. Un padre que no margina a nadie sino que se alegra de recuperar y salvar al hombre perdido devolviéndole su dignidad como también,  su categoría de hijo suyo y hermano de los demás hombres. Acogía a todos por igual, pero de manera especial a los pobres y pecadores para comer con ellos.

Con la parábola de hoy, Jesús muestra como Él se interesa por el pecador (oveja perdida) y con ello, nos demuestra cual es la Voluntad de Dios. Al traer la oveja en su hombro, describe el gozo de su recuperación qué convida a celebrar ese alegre hallazgo.

La bondad de Dios hacia los pecadores es inmensa. ¿Cuántas veces  Él como Papá nos ha recibido en sus brazos y nos ha cargado sobre sus hombros? ¿Cuántas veces, hemos reclinado nuestras cabezas sobre sus hombros y nos ha dado descanso y paz?

Dejemos que Jesús nos acoja y nos muestre su camino para acompañarle en sus jornadas de salvación, pues junto a Él podemos demostrarles a muchos con nuestras vidas qué Él es el Verdadero Salvador. 

Jesús, Buen Pastor, queremos seguir tus pasos. Danos tu Espíritu, para aprender a vivir en la misericordia. Ayúdanos a descubrir la gratuidad de tu amor, entrega generosa, don de vida que se regala. Queremos compartir tu sueño de construir un mundo justo, donde exista igualdad y una fraternidad real, donde haya pan para todos y la libertad sea una luz que ilumine a todas las personas.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:20 a.m. | Permalink |


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