jueves, noviembre 14, 2024

"Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob"...Salmo 146.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 14 de Noviembre del 2024

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 20-25,  Jesús enseña que el Reino de Dios no es algo visible o exterior, sino que está presente de manera espiritual entre las personas. Además, advierte sobre su futura venida, que será repentina y glorioso y llama a estar vigilantes y preparados para ese momento inesperado.

Dice el texto del Evangelio que los Fariseos le preguntaron a Jesús cuando llegaría el Reino de Dios, y Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”. Él dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación". Lc 17, 20-25.

Los fariseos manifestaban abiertamente a Jesús su hipocresía, pero Él los conoce, es paciente y no les devuelve sus mensajes con injuria o menosprecio.

Él les manifiesta que la llegada del Reino de Dios produce alegría y es a cada uno de nosotros a quien le corresponde instalarlo en el corazón y hacerlo visible en todos los ambientes y en cada obra que participemos o realicemos para que así, sean muchos los que se atrevan a recibirlo.

Hermanos, somos muchos de los que estamos siguiendo a Jesús y que tratamos de continuar con la obra de salvación, pero lo hacemos caminando por senderos difíciles y pocos trabajan por el Reino, pues no le damos la verdadera importancia que tiene la Misión que nos encargaron realizar.

La tarea de hoy es la de avivar el entusiasmo de haber sido llamados a ser agentes activos en el servicio del Reino y entonces, nos corresponde actuar en la realidad del Reino y descubrir que somos levadura llamada a fermentar y transformar a la sociedad y nuestras familias. 

Danos Señor la fuerza para construir tu Reino en mi familia, en el trabajo, con mis amigos. rompe nuestra sordera; brilla y resplandece y que exhale tu perfume para respirar y suspirar por ti. Tócanos  y abre nuestros corazones a tu paz.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:40 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>