"El Señor es mi pastor, nada me falta "...Salmo 23
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 13 de Noviembre del 2024
El Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 11-19 nos presenta La sanación de los 10 leprosos por parte de Jesús al entrar en un poblado entre Samaria y Galilea.
Dice
el texto del Evangelio que: " Al entrar al poblado le salieron al
encuentro diez leprosos que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle:
"Jesús, maestro, ten compasión de nosotros". Al verlos, les dijo: "ld
a presentaros a los sacerdotes" Y, mientras iban de camino,
quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a
Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole
gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: "¿No
han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿Dónde están? ¿No ha vuelto más
que este extranjero para dar gloria a Dios?" Y agregó: "
Levántate y vete, tu fe te ha salvado" Lc 17, 11-19.
El Evangelio de hoy, nos invita a reflexionar sobre la gratitud hacia Dios por todas las bendiciones que nos da. En esta narración, diez leprosos, marginados y excluidos por la sociedad, piden a Jesús que los cure. A pesar de su situación desesperante, su fe y confianza en Jesús los lleva a seguir su palabra, y en el camino, todos son curados. Sin embargo, solo uno de ellos, un samaritano, regresa para dar gracias a Dios, demostrando la importancia de la gratitud.
Hermanos, este gesto de agradecimiento nos recuerda que a menudo recibimos muchas bendiciones sin reconocer de dónde provienen. Los leprosos, por su parte, no solo fueron sanados físicamente, sino que se les ofreció la oportunidad de experimentar la salvación, la cual se alcanza a través del reconocimiento de Dios como el dador de la vida. El regreso del samaritano es un acto de fe y de reconocimiento de la acción de Dios en su vida.
Al final, Jesús se extraña de que solo uno de los diez haya regresado a dar gracias, lo que nos invita a redescubrir la importancia de la gratitud en nuestra vida diaria. La gratitud no solo es una respuesta a lo que recibimos, sino también una señal de la presencia del Reino de Dios en nosotros. Vivir con agradecimiento es reconocer que todo lo que tenemos es un regalo divino, y al hacerlo, somos llamados a vivir más plenamente en la fe y en la confianza en Dios.
Señor, danos la gracia de saber agradecerte por todos los dones que nos das. Tú no necesitas de nuestros agradecimientos pero bien sabemos que por lo bueno y misericordioso que eres, necesitamos reconocer que sin tus gracias, nada podemos realizar y de nada nos sirven los dones que podamos obtener.