sábado, octubre 12, 2024

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 12 de Octubre del 2024

Hoy celebra la Iglesia Nuestra Señora de Aparecida y Nuestra Señora del Pilar. Dos advocaciones marianas que tienen origen, la primera en Guaratinguetá municipio del Estado de São Paulo Brasil. Dice la historia que en 1904 su imagen fue encontrada por unos pescadores en el Rio Paraíba y en 1929 proclamada patrona oficial de Brasil por el Papa Pio XI. La segunda (Nuestra Señora del Pilar) se le apareció al Apóstol Santiago en Zaragoza  España y según cuenta la tradición su aparición se realizó cuando ella aún vivía y ocurrió mientras el Apóstol predicaba a orillas del río Ebro en Zaragoza. Su imagen en madera reposa sobre una columna de mármol en la Capilla de la Basílica. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 27-28, Jesús nos hace ver, cuán  grande e importante es vivir la dicha; no encuadrada en los elogios superficiales o reconocimientos externos, sino en la paz interior que resulta de vivir y escuchar bien la Palabra de Dios y ponerla en práctica en todos los momentos de la vida

cotidiana. Y ello lo hace Jesús cuando una mujer se levantó y con voz fuerte en medio de la multitud le dijo: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron". Pero Él repuso: "Mejor, felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen". Lc 11, 27-28.

La mujer con su expresión delante de la gente confiesa su gran fe en que Jesús era verdaderamente el Mesías esperado, el Hijo de Dios vivo.

Ella ensalza a María su madre y la confiesa como una mujer pura y santa. Madre bienaventurada que fue instrumento temporal de la encarnación del Hijo de Dios. Ella, presto oído y atención a la Palabra de Dios e hizo su voluntad. 

Hermanos,  no olvidemos que la Palabra de Dios conforta, alimenta y alienta nuestra alma. Ella calma nuestras angustia y arrebatos, alivia nuestros pesares y nos llena de fuerzas y valor. Vence los miedos, aclara los temores e ilumina nuestras oscuridades. Ella es amor y nos hace felices. 

Señor, que sepamos escuchar tu Palabra para convertirnos en testigos portadores del Evangelio de Jesús resucitado en el mundo. Nunca dejes que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas. Confiamos en que siempre nos darás el ciento por uno y la vida eterna, cada vez que dejemos todo y te sigamos. Santa María, Ruega por nosotros para que seamos verdaderos anunciadores del Evangelio en cualquier lugar del mundo.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:23 a.m. | Permalink |


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