sábado, octubre 05, 2024

"Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo"...Salmo 119

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 5 de Octubre del 2024

En texto de Lc. 10, 17-24 podemos apreciar la alegría que sintieron los 72 discípulos al regresar de la misión y ellos le expresaron a Jesús que hasta los demonios se sometían a ellos en su nombre. Jesús les recuerda que más que la autoridad es más importante el nombre de ellos escritos en el cielo.

Así nos lo narra el texto del Evangelio: "Los setenta y dos volvieron llenos de gozo y dijeron a Jesús: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. El les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”. En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: *“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.”. Lc. 10, 17-20.

Con la llegada del Reino de Dios las fuerzas demoníacas han quedado debilitadas y como lo describe el texto del Evangelio, los demonios eran sometidos al poder del nombre de Jesús.

El poder que recibimos de Dios con la mediación de Jesús nos hace experimentar el éxito y este nos protege y estamos seguros por la gracia de Dios de la Victoria aunque vivamos situaciones de crisis y sufrimientos.

La fe en Jesús es para todos los hombres un don, un regalo, y no el fruto del esfuerzo humano. Para acoger ese regalo de Dios, hay que hacerse sencillos. El creerse sabio ante Dios es poner una barrera a la comprensión de los misterios del Reino.

Reflexionemos: ¿Están nuestras vidas atravesadas por la vida de Dios, de su Palabra y de sus gracias? Tengamos absoluta confianza en Dios y su poder y manifestemos su amor a otros con simplicidad, humildad y pobreza.

Señor, concédenos el don de ser humildes y sencillos para buscar siempre el camino que nos lleve a Ti. Ayúdanos a vivir amando a los demás, por Ti, desde Ti y como Tú nos lo has enseñado.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:20 a.m. | Permalink |


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