"El Señor nos hizo y somos suyos"...Salmo 100
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 21 de Octubre del 2024
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 12, 13-21, Jesús aprovechando la intervención del hombre quien desde la multitud le pedía que le dijera a su hermano que compartiera la herencia con él, entonces, Jesús con su gran sabiduría le dijo, según lo dice el texto del Evangelio:
"Amigo, ¿Quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas". Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'. Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años". Lc 12, 13-18.
Como lo podemos ver en el texto de la Parábola del rico Insensato Jesús le da a entender a todos los presentes que la abundancia de poseer bienes materiales está lejos del querer de Dios pues el hombre se desvía del verdadero sentido de la vida y se deja absorber de la avaricia que esclaviza.
Miremos algo muy importante: El rico de la parábola planifica su vida y toma unas decisiones. Destruye los graneros qué tiene y los hace más grandes y con mucha más capacidad para almacenar su gran cosecha, y no piensa siquiera que Dios de manera inesperada puede intervenir e interrumpir todos sus proyectos.
Hermanos, Jesús nos pide ser prudentes para evitar no estar pensando en acumular riquezas terrenales sino del cielo; por tanto, mantengamos libres de los apegos de la carne qué nos llevan a una desordenada vida por la ambición qué nos puede carcomer el alma y el corazón.
Señor, ayúdanos a
reconocer la codicia que influye y condiciona en
ocasiones la cual, determina nuestras actuaciones y marca las
relaciones con Dios y los demás. Hoy te pedimos fuerza para superarla. Damos la gracia para que seamos capaces de ser generosos con todas
aquellas personas que son ejemplares a la hora de compartir sus bienes.