jueves, febrero 01, 2024

"Tú eres Señor del Universo "...Int 1Cro 29.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 1 de Febrero del 2024

INTRODUCCION:

La llamada de Cristo a la fe no es una llamada estática, ser cristiano no significa sólo vivir según los mandamientos de Cristo, significa además ser misionero para transmitir a todos los hombres su mensaje, que es un mensaje de salvación y paz. Acoger la salvación es ver actuar a Dios en nuestras vidas y es renovar nuestro propósito de seguir su camino que nos redime y nos hace mejores hombres y mujeres. El señor envió a los setenta y dos discípulos, de dos en dos, en comunidad, a las ciudades y pueblos a proclamar que el Reino de Dios había llegado y a preparar su encuentro con Jesús. Y como lo leemos en el texto, después de cumplir esta misión de predicación, los discípulos volvieron llenos de alegría. Pregúntate: ¿Soy consciente que Dios actúa en mi vida? ¿Vivo la vida como misión? ¿Qué anuncio con mi vida?

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 6, 7-13, Jesús asocia sus discípulos a su misión, haciéndolos partícipes de su vida y de lo que Él anuncia, dándoles las instrucciones necesarias a sus discípulos acerca de sus comportamientos y lo que han de llevar para el camino. 

Llama a los doce y los envía de dos en dos dándoles poder sobre los espíritus impuros y les dice: " No lleven para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas: “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”.

Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndoles con óleo". Mc 6, 7-13.

Ante la pesadumbre que sentía Jesús por la falta de fe de la gente, lleno de la confianza en Dios y de vitalidad espiritual, llama a sus discípulos y les capacita para que asuman con fe, entrega libre y voluntaria su misión discipular, dándole poderes sobrenaturales sobre los espíritus inmundos abriéndolos a enfrentar a la sociedad para así, humanizar la vida y aliviarlos de los sufrimientos ayudándoles a  crecer en libertad y fraternidad.

Hoy este Evangelio nos recuerda a nosotros seguidores de Jesús que somos una Iglesia misionera, que hemos de ser dinámicos y que hay que arriesgar ya que el individualismo no nos puede  contagiar.

El discípulo de Jesús se ha de dejar guiar por la fuerza de la Palabra y predicar la vida nueva expulsando a los demonios que tanto contagian y desvían a las gentes. 

Señor, así como a la misión envías de dos en dos, concédenos experimentar el gran amor que Dios nos tiene para poder corresponderle. Necesitamos de la presencia de tu Espíritu Santo, para que podamos vivir conocer y su voluntad cada día.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:33 a.m. | Permalink |


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