lunes, enero 15, 2024

"Al que sigue buen camino, le haré ver la salvación de Dios"...Salmo 50

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 15 de Enero del 2024

INTRODUCCION:

A vino nuevo, odres nuevos, hombres nuevos. Con el vino nuevo a que se refiere Jesús en el Evangelio nos quiere hace ver la necesidad que ha de tener el hombre en la búsqueda constante de su perfección y santidad. Dios quiere odres nuevos que contengan personas acogedoras como se mostró su Hijo Jesús. Personas que, antes de acoger a los demás sepan cómo hay que hacerlo, que acojan a un Padre que sólo piensa en hacer nuestra vida más humana, más gratificante, más justa. Una vida donde las coordenadas sean la paz, la verdad y la justicia. Y, como fruto maduro, la misericordia y la bondad, sinónimo de santidad.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 2, 18-22 Jesús utilizando una excelente estrategia justifica a los discípulos de Juan Bautista y a los Fariseos que un día ayunaban juntos, la libertad con que se han de tomar los antiguos ritos y   preceptos. Ellos inquietos, le preguntan: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?” Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!” Mc 2,18-22.

Jesús les da a entender que las leyes que practican quedaron caducadas con su venida y por lo tanto, se hace necesario cambiar de mentalidad ya que, ante todo, debe prevalecer el Amor. 

La respuesta que da Jesús va dirigida a quienes le quieren seguir sus pasos pues no se han de distinguir por sus prácticas religiosas sino por su estilo de vida que cada día ha de crecer centrada en su enseñanza con la guía del Espíritu Santo. 

"¡A vino nuevo, odres nuevos!" nos dice Jesús hoy. Y con ello se inaugura un nuevo tiempo para vivir en el que ya no hay espera ni promesas. 

Hermanos, que nuestra alegría sea la de sentirnos hijos amados y llamados por Dios. Un Padre que nos brinda su amor en todos los momentos de la vida. Que el "vino nuevo" de su Hijo Jesús de un sabor nuevo siempre a nuestra existencia. 

Señor, ayúdanos a crecer espiritual y apostólicamente para poder ofrecerte una vida nueva marcada por el amor a Ti y a nuestros hermanos. Que tu Espíritu Santo, santificador, nos guíe para que con una absoluta confianza en tu providencia infinita logremos tu deseo de ser perfectos.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:23 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>