"Aclama al Señor, tierra entera"... Salmo 100

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY.

Viernes 5 de Enero del 2024

INTRODUCCION:

La experiencia del encuentro con Jesús se hace real en el día a día. Ahí está Dios, esperándonos con cada amanecer, en el sosiego de la jornada que termina, en cada encuentro y cada trajinar. Encontrar a Jesús equivale a encontrarse con su amor. Ese amor nos transforma y nos hace capaces de transmitir a los demás la fuerza que nos dona. Jesús llama, llama a cada uno por su nombre. Para él no somos un número, ni una persona más del montón. Nos conoce a cada uno y llama personalmente. Llama para que le sigamos. Y espera una respuesta. Preguntemonos: ¿Cuando descubriste por primera vez que Él te llamaba? ¿qué sentiste? ¿qué sientes ahora? ¿cómo le respondes? ¿qué le dices?

Dice el texto del Evangelio que: "Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: “Sígueme”. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a Aquél de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?” “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel”. Jn 1, 43-49.

En este Evangelio se relata el encuentro de Jesús con Natanael (también conocido como Bartolomé). Él lo reconoce y lo alaba por ser un verdadero israelita sin doblez, que estudia las Escrituras en la calma y debajo de la higuera, por eso lo reconoce y afirma que es el Hijo de Dios y Rey de Israel. Entonces Jesús le dice a Felipe: "Sígueme" y con éstas palabras le invita a seguirle como también a conocer de cerca su proyecto de vida. 

El mismo Jesús lo invita a dejar a un lado todas las seguridades y dejarse guiar para navegar junto a Él a un mundo nuevo donde se vive la alegría y la esperanza. 

Le pide iniciar un nuevo camino donde conocerá de cerca al Señor, el Cordero de Dios, ese mismo que le enseñó Juan Bautista; y lo invita a pilotear su barca conocedor de una Vocación que le llevará a un buen puerto. 

Jesús, hoy nos invitas a seguirte para tener un encuentro contigo. Queremos que aumentes nuestra fe para que nunca nos hagamos sordos a tu llamado.