jueves, marzo 23, 2023

"Acuérdate de mi, Señor, por amor a tu pueblo "...Salmo 106.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 23 de Marzo del 2023

En el Evangelio de hoy, Jesús pone testigos de ese Amor de Dios por nosotros. Sabemos que testigo, es aquel que ha visto, que puede decir con verdad, que no miente, que es veraz, que han sucedido estos acontecimientos en la realidad, por eso en la vida de Jesús son parte de su historia que es nuestra historia, que no es una fantasía no es una ilusión, no es una enseñanza, no es un cuento, sino que el testigo afirma con veracidad lo que sus ojos vieron, lo que sus manos tocaron, lo que su razón captó y lo que su corazón creyó.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 5, 31-47, Jesús sigue recriminando las actitudes de los judíos contradictores (líderes religiosos) y denuncia de ellos su actuar y manera de interpretar las Escrituras. Y les dice: "Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado." Jn 5, 31-38.

Jesús delante de la gente y los líderes religiosos se pone de testigo del gran amor de Dios por la humanidad. Y con ello les quiere demostrar que su vida, sus acciones y actuaciones no son una fantasía sino algo muy real y  veraz porque las realiza de acuerdo a lo que su Padre le ha encomendado. 

Y es que estos jefes Judíos lo acusaban por haber venido violando el dia sábado curando y sanando de sus enfermedades a mucha gente.

El reproche de Jesús no es por la defensa de su nombre   sino para que muchas personas le reconocieran y creyeran que de verdad Él era el Enviado, el Mesías, el Hijo de Dios. 

Hermanos, en este Evangelio de hoy podemos percibir un gran reproche de Jesús hacia nosotros porque somos aún muchos los que no hemos comprendido su mensaje y seguimos buscando glorias y alabanzas a través de las vanidades. Recordemos que Él nos ama y nos quiere muy de cerca a su lado, viviendo y compartiendo nuestras fe.

Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta nuestra confianza para que podamos creer con una fe más desinteresada. Ayúdame olvidarnos de si mismo y a lanzarnos a encontrar siempre tu voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:48 a.m. | Permalink |


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