sábado, enero 07, 2023

"El Señor ama a su pueblo"...Salmo 149

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 7 de Enero del 2023

El Evangelio de hoy nos propone el relato de las bodas de Caná como el primer signo que Jesús hace en este evangelio y que preanuncia todo aquello que Jesús realizará en su existencia. Podríamos comenzar por una descripción casi de una fiesta de bodas, en un pueblo, en el ámbito de la cultura hebrea oriental. Este es un relato extraño que habla de unas bodas y no se ocupa, a penas, de los novios. La novia ni se menciona. El novio solamente al final para reprocharle el maestresala que haya guardado el vino bueno. Cobra mucha importancia el “vino” que se menciona hasta cinco veces, ya que el vino tiene un significa mesiánico. Y, además, esto no se entiende como un milagro, sino como un “signo”. 

El Evangelio de hoy tomado de Jn 2, 1-11, nos describe el primer milagro de Jesús que tuvo lugar en unas bodas en Caná de Galilea. 

Dice el texto que se celebraba una boda y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: "No tienen vino". Jesús le dice: "Mujer, ¿Qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora". Su madre dijo a los sirvientes: "Hagan lo que él les diga". Jn  2, 1-7.

Jesús comienza a manifestar que es el Mesías esperado en comunidad y en ella, realiza un "signo" que habla de su grandeza Divina y de la Misión a realizar. 

Por otra parte, María  está atenta a las necesidades y solícita de todo lo que hace falta, entonces acude presurosa a su Hijo Jesús para pedirle que atienda lo que se requiere y que hace falta. Ella asume como propio el problema que tenían los novios, a quienes, se le acababa el vino para continuar con la celebración. Y Jesús respondió a esa necesidad.

Que gran ejemplo nos muestra María hoy, ella nos invita a que abramos nuestros corazones a la intervención de Dios y hagamos lo que Él nos pide.  Si, que siempre estemos dispuestos a aceptar su amor y su misericordia, para así, abrirnos para que realice su obra de salvación en nosotros transformando nuestras vidas.

Señor, que delicadeza de tu parte, siempre estas atento a escuchar las peticiones que te hacemos. Ayúdanos a saber, como tu Madre a pedir lo que nos convenga y que sea provechoso para la salvación de los demás.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:02 a.m. | Permalink |


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