lunes, diciembre 05, 2022

"Nuestro Dios viene y nos salvará "...Salmo 85

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 5 de Diciembre del 2022

El Evangelio de hoy es bien conocido por nosotros. En este pasaje de la curación del paralitico y del otorgamiento del perdón de sus pecados por parte de Jesús nos es fácil sospechar que a Jesús, es  aparentemente un hombre como los demás y por lo tanto, no le fue fácil convencer a los que le rodeaban que también era Dios, era el Hijo de Dios. Uno de los medios que empleó fue realizar signos especiales, milagros, fuera del alcance de cualquier persona humana. Antes de curar al paralítico de su dolencia corporal, le perdona sus pecados apoyándose en su fe: “hombre, tu pecados están perdonados”. Los letrados y fariseos, que no veían a Jesús como el Hijo de Dios, reaccionan normal dentro de su lógica: “¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar los pecados más que Dios?”.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 17-26 nos relata la Curación de un paralitico que fue presentado a Jesús en una camilla y ello sucede cuando Él se encontraba enseñando y había entre los presentes algunos Fariseos y Doctores de la ley que habían llegado de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. Él poseía fuerza del Señor para curar. En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados". Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: "¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”?. Lc 5, 17-22.

Jesús sabía muy bien que era menospreciado por los Fariseos y quiso darle una lección haciendo el milagro del hombre paralítico y lo sana. Su actitud fue contraria a la de ellos, en nada se opuso, no cuestionó, ni juzgó pero, si se conmovió y liberó al paralítico del  mal que lo aquejaba y lo tenía paralizado.

Miren, Jesús es médico para toda clase de enfermedad. Él salva, cura, perdona y libera aunque cause escándalo entre los incrédulos. 

Hermanos, hoy Jesús se hace presente y quiere que tú y yo nos apartemos de esas seguridades que embelesan y con su gracia y fuerza nos levantemos de nuestras camillas para que para sigamos adelante avanzando sin ningún temor. 

Hoy estamos invitados a ayudar a otros a que nos encontremos con Jesús para lograr con Él la liberación y la salvación. También, para que salgamos de la ignorancia y pesadez y nos pongamos en camino. 

Señor, qué gran fe tenían esos hombres del Evangelio que supieron encontrar los medios para tener un encuentro contigo. ¡Danos una fe así de grande! Ilumina y guía mi oración para que sea el medio para creer, esperar y crecer en el amor. Acrecienta nuestra fe en Ti para que no haya obstáculo que nos  impida crecer en el amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:32 a.m. | Permalink |


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