miércoles, octubre 05, 2022

"Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio"...Salmo 117

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 5 de Octubre del 2022

Para rezar no hay necesidad de hacer ruido ni creer que es mejor derrochar muchas palabras. Para rezar no es necesario el ruido de la vanidad: Jesús dijo que esto es un comportamiento propio de los paganos. La oración no es algo mágico; no se hace magia con la oración; esto es pagano.

Jesús nos lo enseñó: Di Padre a tu Padre que está en el Cielo, El “sabe lo que necesitas, antes de que se lo pidas”. Por lo tanto, la primera palabra debe ser “Padre”. Esta es la clave de la oración

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 1-4, los discípulos impactados por la manera de orar a Dios, le pidieron a Jesús no solo que les enseñara a orar sino  a hacerlo como Él lo hacía.

Ellos sabían ya orar y lo hacían en común con los judíos en las sinagogas y en los momentos que tenían ya establecidos durante el día. Pero,  Jesús quería que ellos mismos se lo pidieran.

Dice el texto del Evangelio, que un día Jesús estaba orando y al terminar, uno de los discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". Entonces Él le respondió: "Cuando oren, digan: *"Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación" Lc 11,1-4.

Los discípulos notaban que la oración que realizaba Jesús era diferente porque manifestaba la unidad íntima del amor con Dios, por tanto, en Él, debía estar toda nuestra confianza.

Hermanos, rezar el Padre Nuestro es algo así, como nuestra explosión de amor hacia Dios. Es preciso anotar que llamemos Padre a Dios y en dicha oración contemplemos su extraordinario corazón que lleno de Bondad y Misericordia nos acoge como sus hijos.

Señor, creemos y confiamos plenamente en tu misericordia ante nuestras debilidades. Permite que este momento de intimidad contigo sea el medio por el cual aprendamos a orar, como Tú quieres que lo hagamos. Danos el don de tu Espíritu Santo, e inspíranos en lo que debemos pensar, lo que debemos decir y cómo debemos actuar para que Tú reines en nuestro corazón.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:46 a.m. | Permalink |


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