martes, octubre 04, 2022

"Guíame, Señor, por el camino eterno"...Salmo 139.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 4 de Octubre del 2022

Qué bonita escena la que nos relata el Evangelio de hoy y este, nos resulta familiar. Jesús va   de camino, posiblemente con sus discípulos, se dirigen a Jerusalén, pero se detiene en una aldea. Esta aldea, aunque aquí no dice su nombre, pudiera ser Betania, donde, según narra el evangelista Juan, se dirigió Jesús a la casa de Marta, María y Lázaro y tuvo lugar la resurrección de Lázaro.

¡Que consolador, entrar en la casa de  amigos! Nos resulta fácil comprender sus sentimientos y ofrecernos nosotros como sus anfitriones.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 10, 38-42, se resalta un aspecto fundamental del discípulo de Jesús: La escucha atenta de la Palabra de Dios. 

Dice el texto del Evangelio, que entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano". Respondiendo, le dijo el Señor: "Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada". Lc 10, 38-42.

En este relato vemos cual era el deseo de María (Escuchar con humildad las palabras de Jesús) y por ello, se sentó a sus pies.

Marta por otra parte, en su condición de hermana mayor, considerada la ama de la casa, quiere dar todo su esfuerzo con gran esmero para atender a Jesús y se ocupa de todos los servicios domésticos de la casa; pero se queja de su hermana María, porque se desinteresa de los oficios y no la ayuda. A lo que Jesús le responde dándole una gran lección, diciéndole: "Marta, Marta, te inquietas y te agita por muchas cosas. Sin embargo, una sola cosa es necesaria"

Hermanos hoy también a nosotros nos quiere dar una gran lección y nos pide no desparramarse de manera excesiva por quehaceres distintos que solo nos llevan  a apartarnos de Dios Aquí lo vemos hoy claramente: Marta se interesa profundamente con  dar una atención adecuada y brindar un digno alimento corporal, mientras que María estaba preocupada por recibir un alimento espiritual que le llegase a su alma: El alimento para la vida eterna.

Estamos invitados pues a conocer a Jesús, escuchar su Palabra y alimentarnos de su Evangelio para ser hombres nuevos y renovados. 

Señor, te damos gracia porque nos has llamado a hacer parte de tus escogidos, no porque seamos buenos, sino porque tu eres Bueno; capacítanos para mostrar tu rostro, para ser cada día mejores personas y para llevar una vida acorde a tu voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:46 a.m. | Permalink |


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