jueves, julio 28, 2022

"Dichoso aquel a quien auxilia el Dios de Jacob "...Salmo 146.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 28 de Julio del 2022

El Reino de Dios se compara con una red que se arrastrará a la orilla y se examinará el contenido de la pesca. Entonces la suerte de los malvados recibirá su justo castigo y quedará eliminado el mal; los hombres pecadores deben reflexionar, mientras tienen tiempo, sobre esta realidad futura y obrar en consecuencia de cara a una adecuada conversión de vida. La enseñanza de Jesús es clara: «Todo maestro de la Ley que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es como un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas»; es decir, que el nuevo discípulo del Reino de Dios debe atesorar los bienes recibidos. Y discípulo de Jesús es aquel que ha escuchado la Palabra y comprende los misterios del Reino. Por consiguiente, es como la tierra buena que recibe la semilla y la hace fructificar después de haber acogido el don de la Palabra del Padre.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 47-53, nos dice que Jesús sentado a la orilla del mar de Galilea, le proclama a la gente la parábola de la red y lo hace para que, quienes le seguían, comprendieran y se comprometieran en realizar   su conversión.

Él toma la red como un símbolo que les ayudaría a entender cómo sería la entrada al Reino de Dios, diciéndoles: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". Y les pregunto: "¿Entendéis bien todo esto?" Ellos les contestaron: *"Sí." Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo." Mt 13, 47-52.

Con esta parábola Él quiere decirles que Dios no desea depurar a nadie, sino antes por el contrario, quiere que cada uno comprenda que en la vida se vive entre luces y las sombras; y que estas últimas llevan a los hombres a la muerte; y les exhorta que es necesario que aprendan a convivir con ellas, para así, optar preferentemente por una adecuada conversión de vida.

Hermanos, Jesús quiere formar una comunidad de hombres y mujeres que sea hecha de lo nuevo y de lo antiguo, de tristezas y de gracias; y nos invita a que vivamos una verdadera conversión de corazón donde nos dejemos transformar por su amor; y sanos y liberados, colaboremos en extender por todos los lugares del mundo ese fuego ardiente que impregna y arde en nuestros corazones.

Señor Jesús, te agradecemos la lección de humanidad que nos das en la parábola de la red repleta de peces. Ayúdanos a ser sensatos en la vida y apostar SIEMPRE por el Reino y sus valores.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:27 a.m. | Permalink |


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