"Muéstranos, Señor, tu misericordia"...Salmo 85.

Martes 19 de Julio del 2022

Jesús mismo es la Palabra: quien le recibe llega a ser en Él hijo del Padre. Hacer la voluntad del Padre es la condición que debe cumplir el hijo auténtico; como Él, que ha venido al mundo no para hacer su propia voluntad, sino la del Padre, que le ha enviado. Este sencillo relato nos plantea, sin duda alguna, una de las claves de vida de Jesús: libre de toda atadura, incluso familiar (de significación especial en aquella cultura), Jesús se siente abierto completamente a la nueva realidad, no vinculada ya a la carne y sangre, sino surgida desde la oferta de Dios y realizada en la acogida abierta al proyecto del Padre.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 12, 46-50, Jesús aprovecha la oportunidad para dar una gran lección a la multitud que reunida en torno a Él, le escuchaba.

Estando hablándoles, alguien le dijo: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte" y el contestó a quien le decía señalando con la mano a sus discípulos: "Estos son mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. " Mt 12, 47-50.

Jesús no niega en ningún momento el amor a su madre ni a sus familiares, el le habla de esa otra gran familia: La Familia Cristiana. 

Una familia espiritual que se ama con amor profundo e incondicional. 

Jesús sitúa la maternidad y la Fraternidad en el modo de ser de Dios ya que Él nos da la vida y esta a su vez está insertada en el modo de ser de Dios. 

Jesús llama hermanos y hermanas a todos los que le rodean y quiere que también  llamemos del mismo modo a quienes están con nosotros y más a aquellos que viven en la soledad y la exclusión. Por eso dice hoy: "Estos son mis hermanos y mis hermanas".

Señor Jesús, Tú nos propones entrar a formar parte de la Nueva Familia. ¡Aceptamos gustosos! Que la clave de nuestra vida sea la misma que la tuya: cumplir la voluntad del Padre del cielo.