lunes, julio 11, 2022

"Al que sigue el buen camino, le haré ver la salvación de Dios"... Salmo 50.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 11 de Julio del 2022

El Evangelio es muy claro. En el, se predica la paz y la concordia, cuando trata el tema de la verdadera fe en Cristo o de nuestra adhesión a él, prefiere la división, el contraste, la intolerancia, en favor de los que le han seguido y han creído en él. Por eso, y siempre en la misma línea, Jesús se pone por encima de todos los valores, incluso por encima de los más sagrados valores de la familia. Y añade que, para seguirle, es preciso cargar con la cruz, echar mano de la renuncia, estar dispuesto a dar la propia vida

En el Evangelio de hoy tomado de Mt, 10,34-42. 11, 1. Jesús usando un lenguaje figurado, le dice a sus discípulos: “No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa." Mt 10, 34-36.

Jesús emplea para sus discursos imágenes para que le puedan entender de manera más fácil. 

Hoy las utiliza para hablarle a la gente sobre lo que es la paz. Él, quiere darles a entender a los discípulos que cuando se actúa con violencia su comportamiento hacia los demás es semejante a una espada, es decir, está en posición de lucha, tiene opciones radicales, y es causa de división.

Y les manifiesta que quienes le siguen deben ser testimonios de su amor, de comprensión,  de unidad, de fraternidad, de acogida, de compasión. 

Un seguidor de Jesús es un hombre ó mujer decidido ó decidida  a la renuncia de las tentaciones, de todo aquello que le atrae del mundo.

Hermanos, estamos invitados a cuidar de los valores del Reino de Dios y vivir comprometidos en el testimonio de lo que estamos viviendo.

Señor Jesús, la vida nos ha enseñado que seguirte es exigente y con frecuencia difícil; pero nos da mucha paz y nos ayuda a vivir, porque nos sentimos queridos por Ti y por muchos otros hermanos nuestros.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:14 a.m. | Permalink |


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