sábado, julio 02, 2022

"Dios anuncia La Paz a su pueblo"...Salmo 85.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 2 de Julio del 2022

Jesús es la novedad plena y absoluta. Por eso, sus amigos están de boda, de fiesta. Y ante este acontecimiento no sirven  los arreglitos. Es una situación nueva y requiere actitudes y formas nuevas; esto es, son necesarios “odres” nuevos para ese vino nuevo, que es Jesús. Si la gratuidad de Dios es tal, hoy que  nos recuerda que aceptarlo requiere de nosotros, un estilo nuevo, diferente, como Él mismo nos invita. ¡No hay vuelta de hoja! Vivir en Cristo es una novedad radical, supone cambio de mentalidad, tener un corazón nuevo. Seguir a Cristo afecta a toda nuestra vida, y no es sólo cuestión de unas prácticas.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 9, 14-17 Jesús quiere dejar muy claro la incompatibilidad que existe entre lo antiguo y lo nuevo. Y con esto quiere decirle a sus discípulos que los Escribas y Fariseos se habían hechos insoportables entre el pueblo por imponer normas y leyes como algo esencial en las costumbres piadosas. 

Como lo podemos leer en el Evangelio de hoy, Ellos pretenden presentar al pueblo a los discípulos de Jesús como personas permisivas que hacían lo contrario a lo que había enseñado Juan Bautista.

Entonces se le acercan a Jesús y le preguntan: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?". Jesús les dijo: "¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan." Mt 9, 14-17.

El ayuno era considerado por los judíos como un medio de purificación espiritual y ellos, como discípulos de Juan ayudaban frecuentemente y se dedicaban a la oración. Pero Jesús cambia esas costumbres y deja en libertad a sus seguidores diciéndoles: "No se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!" Mt 9,17. Con estas palabras Jesús les dice que estaban muy aferrados a viejas formas de una tradición y opuestos a las nuevas formas de vida, donde la alegría, el amor eran imprescindibles.

Él quiere que sus seguidores tengan una nueva mentalidad, unos nuevos criterios, que vean las cosas de manera distinta  y hagan juicios renovados de los acontecimientos. 

Él quiere que "seamos perfectos como el Padre que está en los cielos es perfecto" Mt 5, 48.

Señor Jesús, danos tu Espíritu para que veamos lo que hay que cambiar y lo que hay que conservar, pero sin dejar nunca de adaptarlo, para que podamos ser, hoy, una Buena Noticia para la humanidad.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:58 a.m. | Permalink |


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