jueves, junio 23, 2022

" Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad "...Salmo 40.

Hoy se celebra en la Iglesia universal la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 23 de Junio del 2022

Uno de los textos clásicos de esta fiesta, es este hermoso pasaje que refiere claramente a Jesús, quien con su sacrificio se convierte en víctima, sacerdote y altar. Este texto, en el momento de su escritura fue muy importante, ya que los judíos pensaban que era necesario seguir ofreciendo sacrificios por los pecados. El Autor de esta carta nos dice que ya Jesús pagó completamente por ellos, que él, por medio de su sacrificio en la cruz, se ofreció gratuitamente al Padre para que todos los hombres fueran perdonados por su sangre derramada en su pasión.

Hoy el Evangelio tomado de Lc 22, 14-20 nos ubica en el día Jueves Santo donde Jesús celebra junto con sus discípulos, la última cena. Y este dice así: "Llegada la Hora de pasar de este mundo a su Padre, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: “He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios”. Y tomando una copa, dio gracias y dijo: “Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Después de la cena, hizo lo mismo con la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes" Lc 22, 14-20.

Jesús le muestra a sus discípulos un sentido de sacrificio a estos momentos porque sabe, que  se acerca su muerte y su resurrección. 

Él se entrega como ofrenda y lo representa en el pan y el vino que se convierten en su Cuerpo y su Sangre y con ello, sella la nueva alianza entre Dios y la humanidad. 

Como lo vemos hermanos, Jesucristo es Sumo y Eterno Sacerdote que instruye a sus seguidores al sacerdocio y a la eucaristía, por tanto, demos nuestros agradecimientos por su presencia viva entre nosotros.

Oremos también por nuestros sacerdotes y por las vocaciones de aquellos hombres que quieren vivir de manera permanente la presencia de Cristo en sus vidas. 

¡Señor, cuánta seguridad nos dan tus palabras! Has dado tu vida por todos nosotros y nos esperas en la casa del Padre. No dejes nunca que perdamos de vista la meta a la que nos llamas. Fortalécenos por medio de esta meditación para que logremos pasar de la divagación a la oración y podamos transformarnos en auténticos receptores de tu gracia!.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:23 a.m. | Permalink |


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