martes, junio 21, 2022

"Dios ha fundado su ciudad para siempre "...Salmo 48.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 21 de Junio del 2022

La imagen de la puerta se repite varias veces en el Evangelio y se refiere a la de la casa, del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor, calor. Jesús nos dice que existe una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él. Esta puerta es Jesús mismo. Él es la puerta. Él es el paso hacia la salvación. Él conduce al Padre. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 7,6.12-14, Jesús le recomienda a sus discípulos a ser prudentes a fin de no entregar y confiar  las cosas del Reino de Dios a quienes al recibirla, no les de su valor, sino antes por el contrario, la destruye y la profana.

Y les dice: "No tiren las cosas santas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán contra ustedes para destrózalos. Traten a los demás como quieren que ellos los traten; en esto consiste la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos los que lo encuentran." Mt 7,6.12-14

Hermanos, este Evangelio de hoy nos ofrece tres caminos para vivir de una manera nueva. Jesús nos invita a no ser superficiales,  a tener excelentes relaciones con los demás y a entrar por la puerta estrecha para no dejarse convencer o llevar por las cosas del mundo que corroen y nos separan del amor y la misericordia de Dios.

Es importante recordar que las cosas de Dios son santas y siempre debemos estar en buena disposición de recibirla y muy atentos a su enseñanza  para que sea vivida a plenitud.

Recordemos que la Palabra de Dios nos ayuda a crecer y nos conduce por el camino de las Bienaventuranzas.

Señor, tu eres un Dios Bueno, Fiel y Misericordioso; un Dios que hoy nos invita a vivir haciendo el bien y tratando al otro con respeto y consideración. Que tu Santo Espíritu nos capacite para amar, perdonar, para ver en el otro tu rostro; para tomar la iniciativa en hacer siempre el bien sin esperar recompensas.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:35 a.m. | Permalink |


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