martes, junio 14, 2022

"Misericordia, hemos pecado"...Salmo 51

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 14 de Junio del 2022

Las enseñanzas del nuevo Maestro contrapone la ley antigua con el nuevo estilo de vida, incluso de cara a los enemigos. Y es el amar a los que nos aman, pues según Jesús, ello no ofrece ninguna novedad especial. Lo que caracteriza a sus seguidores es la postura positiva y constructiva de amar, incluso a los enemigos; de hacer el bien, incluso a los que nos aborrecen. El objetivo central y principal del nuevo estilo de Jesús es: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”

Hoy el Evangelio tomado de Mt 5, 43-48 nos señala cual es el núcleo de la práctica cristiana: El amor.

Jesús apunta su enseñanza de hoy a sus discípulos en ese sentimiento de un vivo afecto e inclinación hacia las persona para demostrarles cuán importante es amor a los enemigos; y le pide que sea un compromiso de cada uno el dar amor sin fronteras como ama el Padre-Dios. Y les dice:

"Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿Qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿Qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto" Mt 5, 43-48. 

Jesús nos muestra hoy una petición muy importante: Ser perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto" y ser perfecto no significa ser impecable, sino ser capaces de llevar hasta las últimas consecuencias el amor que Dios nos ha regalado sin medida alguna. 

En conclusión, hermanos, podemos afirmar que: Jesús nos invita a establecer unas nuevas relaciones incluyendo en ellas a nuestros enemigos para convertirlos en nuestros hermanos acercándonos a ellos y hacerlos próximos. 

¿Estamos dispuestos a brindar a otros un amor incondicional como Dios nos ama a cada uno de nosotros?

Señor, que el Espíritu del amor del Padre que ha sido derramado en nuestros corazones nos capacite para amar sin límites, no solo aquellos que nos quieren, sino también a los que no.

Señor, que la experiencia de tu amor en nuestras vida, una cada día a nuestra familia alrededor de tu altar y abra los oídos espirituales de nuestra descendencia y de todo el que se une a esta oración, para que escuchen tu voz y sean reflejos de la esperanza en este mundo que sufre.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:23 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>