miércoles, junio 08, 2022

"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"...Salmo 16.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 8 de Junio del 2022

El evangelio de hoy nos deja entrever el interrogante que suscitaban y reflejaban las primeras generaciones cristianas en sus relaciones con el judaísmo. El Evangelio de hoy  destinado en primer lugar a una comunidad judeocristiana, presenta a Jesús como el nuevo Moisés que promulga en el monte la nueva Ley: las Bienaventuranzas. Pero no por ello quedan abolidas la Ley y los profetas; más bien, llegan a su plenitud en El. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 17-19, Jesús le advierte a sus discípulos a cerca del cumplimiento de la ley y les dice: "No piensen que he venido a abolir la Ley o los profetas: No he venido a abolir, sino a dar plenitud. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos" Mt 5, 17-19.

Es que Jesús conocía que los Judíos hablaban con mucho orgullo lo que estaba escrito en la Ley de Moisés y decían que era lo mejor que habían recibido de Él porque en ella se encerraba su voluntad.

Y claro está, para Él ésta era muy importante pero su interés estaba centrado en que había que vivir lo que en ella estaba escrito y abrir camino para hacer el mundo  más humano colaborando como servidores del Reino para hacer la vida más justa y más fraterna. 

Por eso les recalca: "El más grande, y el más pequeño en el Reino de los cielos será el que cumpla la Ley y la lleve adelante hasta las últimas consecuencias". 

Jesús nos pide cambiar nuestras convicciones y arrancar de plano, con decisiones firmes todo lo que nos es dañino: La agresividad, el desprecio al otro, los insultos, las venganzas porque ellas nos conducen a la violencia.

Hermanos, Jesús nos da hoy una gran lección: Los mandamientos sin la Ley del Amor son cosa vacía porque el amor es fundamental para dar cumplimiento a los mandamientos. El buen ejemplo de un seguidor de Jesús es un gran testimonio y ello, supera toda ley.

Preguntemos: ¿Cómo veo y vivo la Ley de Dios?

Señor, Tu eres el único Dios verdadero, el que nos adiestra para la batalla, nos da las fuerzas del búfalo, nos rejuvenece como el águila; ese que nos colma de honores, que se desborda en bendiciones con nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración, lleva a nuestra patria por caminos de victoria, cuida de los enfermos , débiles e indefensos como a la niña de sus ojos, llega donde amigos y les dices: Tú eres mi bien. 1 de Reyes 18.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:11 a.m. | Permalink |


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