"Atiende
a mis gemidos, Señor "...Salmo 5.
Lunes 13 de Junio del 2022
El mundo en que vivimos sería realmente diferente si creyéramos en la fuerza del amor. La experiencia nos demuestra que donde se ha sembrado el rencor, sólo se han cosechado frutos amargos. El amor es la cura para tantos males que padece el mundo. El remedio para la soledad, el abandono y la tristeza es el amor. Con la fuerza del amor nos podemos enfrentar a los retos que nos va a presentar la vida. Un amor que nos libera de nuestro egoísmo y nos ayuda a abrirnos a los demás.
En
el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 38-42, Jesús nos muestra cual ha de ser el
espíritu generoso de la caridad que debemos aspirar quienes le seguimos.
Jesús
recuerda a sus discípulos la ley del talión que muchos aplicaban para hacer
cumplir, con dureza, las leyes. Él, distanciándose de esas costumbres y
enfrentándose al clima que provocaba sus Palabras, les dice: "Habéis
oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Yo, en cambio, os
digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en
la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para
quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una
milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo
rehúyas" Mt 5, 38-42.
Su
lenguaje causa escándalo, pero es coherente con lo que Él predica.
El
pide que alimentemos en nosotros los sentimientos de afecto, simpatía y cariño
hacia todos por igual, incluyendo en ellos a los que consideramos
enemigos. Es devolver bien por mal.
Hermanos:
Bien sabemos que perdonar de manera sincera, no es fácil, pero tengamos muy
presente que Dios, grande en Misericordia, nos comprende y perdona incluso,
cuando no somos capaces de perdonar.
Recordemos
que para generar vida donde hay muerte, odio, ira etc., hay que actuar con
humildad y generosidad.