"El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra"...Salmo 102.

Jueves 14 de Julio del 2022

El breve relato evangélico de hoy es una joya que se encuentra sólo en Mateo. Se trata de uno de los fragmentos más consoladores, más alentadores y más esperanzadores del mensaje de Jesús y del ejemplo de su vida. Se trata de una invitación que está dirigida a todos los que se encuentran «fatigados y agobiados», una condición humana, material o espiritual, en la que se pueden hallar cualquier hombre o mujer. La fatiga acompaña al hombre y a la mujer a lo largo de toda su vida. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 11, 28-30, podemos apreciar que Jesús les ofrece a la gente transformar sus cansancios y desalientos en acciones que muestren apertura sincera, abandono de las cosas que seducen y atraen y les dice: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera." Mt 11, 28-30.

Jesús manifiesta la acogida, el recibimiento y la aceptación: "Vengan a mi, yo los aliviaré" y hace una llamada que va dirigida a los débiles y que se sienten abandonados. Llama a los que no tienen voz para protestar y que tienen que soportarlo todo. Él llama también a hombres de bien que se afanan por luchar a combatir el mal y les invita a tomar su yugo que es suave y llevadero.

Hoy Jesús nos está invitando a levantarnos de en medio de esas situaciones difíciles y con su apoyo, podamos iniciar la huida de ese mundo de incertidumbre para entrar en el desafío de emprender un nuevo camino donde Él esté en el centro de nuestras vidas y donde la esperanza nunca se agota.

Si, Él nos ofrece el escape, el rompimiento de las cadenas de la esclavitud para abrirnos a la sanación, la restauración y hacernos personas nuevas. 

Hermanos, buscar a Jesús  es una lucha constante donde el desapego y el desprendimiento se realicen con decisión y firmeza sin mirar atrás. Por ello nos dice hoy: "Aprendan de mi".

Señor, nunca nos cansaremos de leer y meditar tus  palabras, en Ti siempre encontraremos paz, ánimo, reposo y fuerza.