"Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste"...Salmo 138.

Domingo 24 de Julio del 2022

Hoy nos encontramos a Jesús en oración. No es ésta la única ocasión en la que aparece orando. Más bien ocurre con frecuencia. Parece que era una necesidad tan vital para él, que a veces se pasaba la noche entera orando. 

El Hijo necesita encontrarse con el Padre, y el Padre necesita encontrarse con el Hijo. Hay que decirlo así de claro: Yo necesito orar y el Padre necesita o desea que yo ore, es esta, la petición de Jesús hoy para con nosotros.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 1-13, nos ofrece el pasaje más hermoso que debe asumir quienes quieren seguir a Jesús: El Padre Nuestro y con esta oración quiere despertar en sus discípulos el deseo de hacer oración y se pone de ejemplo para que aprendan de Él a rezar con toda confianza, al Padre; y les advierte: "Yo les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llame se le abre" Lc 11, 9-10.

Jesús quiere enseñarles a tener confianza, no una confianza como actitud pasiva, ingenua e irresponsable para así, dar espera a unos tiempos mejores. ¡No!

Él quiere darles a entender  que si se pide, es porque existe una necesidad y se recurre a otra persona para recibir de ella, lo que no se puede conseguir con el propio esfuerzo. 

Miren, Jesús es consciente de la fragilidad de los hombres y le pide a sus discípulos que hay necesidad de moverse, de dar el paso para conseguir o alcanzar algo que esta escondido; por ello, hoy dice que es necesario que llamemos, que gritemos y nos hagamos sentir de aquellos que nos pueden escuchar Y es que, en la oración del Padre Nuestro, Jesús resume su enseñanza en siete peticiones, las tres primeras dice como ha de ser nuestra relación con Dios y las otras cuatro, dicen   algo respecto a la relación entre nosotros mismos. 

Hermanos: Les invito a que reflexionemos lo que para cada uno significa la oración y si esta, la vivo en mi vida. Con esta oración del Padre Nuestro, Jesús grita a Dios para que brinde ayuda y amparo a los hombres ante las contradicciones, los conflictos e interrogantes del mundo actual. ¿Tú lo vives y lo sientes igual?

Señor, venimos ante Ti con la confianza y seguridad porque bien sabemos que Tú eres nuestro Padre, que siempre estas dispuesto a darnos todo lo bueno que necesitamos, aunque muchas veces no sepamos pedirlo ni agradecerlo. Tu nos dices que pidamos, que toquemos, que busquemos… esas son las intenciones de nuestra oración. Señor, danos las gracias que más necesitamos para nuestra perfeccion.