domingo, febrero 13, 2022

"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...Salmo 1

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 13 de Febrero del 2022

El Evangelio es una fuerza revolucionaria que trastorna la mentalidad de este mundo presente; las personas que se dejan alcanzar por su influjo se abren a nuevas dimensiones y son capaces de descubrir la riqueza del compartir, de gozar la alegría de la entrega, de experimentar la paz en medio del desconcierto...Todos necesitamos hacernos pobres de ambicionar cosas superfluas; salir de nuestros egoísmos para acercarnos a los otros; reír con los que ríen y llorar con los que lloran.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 17, 20-26, nos presenta a Jesús predicando en una llanura y mostrando su deseo de atender a la multitud que le seguía y darles a conocer la buena Noticia del Reino de Dios. 

Él plantea a la gente un camino ideal para seguir, no como algo inalcanzable, sino que se puede lograr a través de: la felicidad, la plenitud y la constante alegría. 

Y es esto, lo que en el Sermón del llano o también llamado, el Sermón de las Bienaventuranzas Jesús plantea: Alaba y bendice a los que sufren, a los excluidos a los que cada día cargan una cruz pesada, y les dice: "Felices los que ahora pasan hambre, porque serán  saciados. Felices los que lloran, porque reirán. Felices cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y desprecien su nombre a causa del Hijo del Hombre. Alégrense y llénense de gozo, porque el premio en el  cielo es abundante" Lc 6, 20-23.

Sus Palabras son denuncias para los ricos y portentosos  que manejan los mecanismos sociales, económicos y financieros en el mundo; los cuales quieren saciar sus intereses personales y abrir cada vez más las brechas del incomprensión y el inconformismo en la sociedad, ellos, son los responsables de crear abismos entre los que se creen con el poder y que dizque tratan de mejorar el nivel de vida de los que viven en la miseria y la inseguridad. Por el contrario, ellos acaparan y acumulan sus riquezas mediante la explotación de los débiles creando pobreza, hambre, persecuciones y tristezas. 

Con este Evangelio hermanos, Jesús nos pide que seamos coherentes y transparentes, capaces de ayudar y apoyar a los débiles, los oprimidos, los enfermos y los que le decimos que no cuentan en la sociedad.

Acerquémonos a nuestros hermanos pobres y necesitados para hacerles reír y soñar en medio de sus llantos. 

Jesús, danos la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la felicidad. Humildemente te pedimos, ¡ven Señor Jesús! Ilumina nuestras oraciones para que crezcamos en fe y  fortaleza para saber escogerte siempre a Ti ante todas las provocaciones del mundo.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:49 a.m. | Permalink |


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