"Delante de los ángeles te bendeciré, Señor "...Salmo 138.

Domingo 6 de Febrero del 2022

La vocación es iluminación y visión para quien antes no veía; es energía para quien antes se sentía paralizado; es pureza para quien se experimentaba manchado. La vocación no es una simple tendencia interior. Es una llamada, que tantas veces deja al ser humano perplejo, hasta pasmado. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 1-11, nos dice que Jesús vio dos barcas a la orilla del lago de Galilea y a unos pescadores que acababan de arribar de su jornada de  pesca y se habían bajado de sus barcas para lavar sus redes, pues habían pasado toda la noche trabajando sin ningún resultado. Él se sube a una de las barcas, la de Simón, y le pide que se aparte de tierra. Se sentó en ella y se puso a enseñarles a toda la gente que le seguía y querían escucharlo hablar.

Al terminar, le dijo a Simón: "Navega mar adentro y hecha las redes para pescar" y él le respondió: "Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos sacado nada, pero, ya que lo dices, echaré las redes"

Así lo hicieron y fue tal la cantidad de peces que sacaron, que reventaban las redes...… Y Jesús les dijo: "No teman, en adelante serán pescadores de hombres" y dejando todo, le siguieron. Lc 5, 1-11.

Miren, Simón confío en su Palabra, tuvo Fe y lanzó las redes. Y los que estaban junto a él, quedaron asombrados por la abundante pesca. 

Hoy este Evangelio nos está haciendo ver algo muy importante:  Dios tiene para cada uno de los hombres un plan de vida que para realizarlo requiere de nosotros el esfuerzo y dedicación continua para así, alcanzar los objetivos. 

En muchos lugares en el mundo viven personas que quieren abrigar sueños de esperanzas para darle sentido a sus vidas. Si,  tienen sed de justicia y hambre de Dios. Y hoy Jesús nos  está proponiendo también a que nos subamos en su barca para navegar mar adentro y lanzar las redes. Solo nos pide que tengamos Fe y Confianza en su guía y compañía.

Recuerda que Dios no llama a los capacitados sino que capacita a los que son llamados.

Señor, danos la fe que nos convierta en un instrumento dócil para que respondamos con prontitud a lo que tu, quieras pedirnos.