"Inclina tu oído, Señor, escúchame "...Salmo 86.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 1 de Febrero del 2022
Jesús, se revela como Señor sobre las fuerzas de la naturaleza y sobre los demonios, tiene asimismo poder sobre la enfermedad y sobre la muerte. Ese señorío se manifiesta plenamente cuando alguien se acerca a Él con una fe abierta, como en los dos milagros narrados aquí hoy en este Evangelio.
El Evangelio de hoy tomado de Mc 5, 21-43, nos presenta dos sucesos prodigiosos realizados por Jesús: La sanación de la mujer que llevaba doce años padeciendo de una enfermedad que le había costado tanto dinero y le había deteriorado su salud y la curación de la hija del Jefe de la Sinagoga llamado Jairo con doce años de edad, quien al ver a Jesús se postró a sus pies y le suplicó que sanará a su hija.
En el texto del Evangelio, podemos observar que las dos mujeres eran consideradas impuras espiritualmente, una porque llevaba 12 años padeciendo de hemorragia y la otra joven en edad de pasar de niña a mujer; los dos personajes coinciden en suplicar a Jesús y lograr de Él una última esperanza.
Qué grande experiencia muestran estos dos hechos que nos permiten afirmar lo que logra el hombre cuando es consciente de su pequeñez y su pobreza y que reconoce que Dios es un Padre que ama y se conmueve de sus hijos que acuden a Él para pedirle lo que anhela su corazón sincero.
Jesús hoy nos invita a no rechazar a nadie y ser capaces de crear modos nuevos de relaciones humanas que ayuden a dignificar por igual a todos, para que así, podamos construir una sociedad donde se viva la confianza y la alegría que nos ofrece la liberación y la salvación.
“Jesús, te pedimos que nos des una sensibilidad parecida a la tuya, para que
todos los que la necesiten, encuentren apoyo en nosotros”.