sábado, enero 22, 2022

"Que brille tu rostro, Señor, y nos salve"...Salmo 80.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 22 de Enero del 2022

La fe no es una cosa decorativa, ornamental; vivir la fe no es decorar la vida con un poco de religión, como si fuese un pastel que se lo decora con nata. No, la fe no es esto. La fe comporta elegir a Dios como criterio- base de la vida, y Dios no es vacío, Dios no es neutro, Dios es siempre positivo, Dio es amor, y el amor es positivo.

Hoy el Evangelio tomado de Mc 3, 20 - 21 nos dice, que " Jesús regresó a casa, y allí de nuevo, se reunió tal multitud que no podía ni comer. Cuando sus parientes lo oyeron, salieron a calmarlo, porque decían que estaba fuera de si" Mc 3, 20-21.

Como vemos en el texto entre sus familiares muchos no compartían su modo de vida, ni su manera de predicar la Palabra  y hasta lo consideraban fuera de sí.  decían que no estaba en sus cabales. 

De igual manera los Fariseos junto con los Herodianos, se estaban confabulando para acabar con Él porque estaba pregonando cosas que estaban en contra de los preceptos religiosos y consideran que tiene dentro a Belzebú (El demonio).

Pero, también, entre la gente que le seguían muchos le reconocían como el Buen Pastor que sanaba las heridas, daba tranquilidad y pregonaba  la esperanza. Que Jesús era un hombre que abría su corazón para escuchar y aconsejar hasta el punto que muchos endemoniados se reunían a su alrededor para tocarlo, sanar sus enfermedades y reconocerlo como el Hijo de Dios. 

Hoy Jesús sale a nuestro encuentro y nos dice: "Mi madre y mis hermanos son todos aquellos que me buscan con un corazón abierto y lleno de sinceridad y cumplen la voluntad de Dios" Si tu y yo nos disponemos a recibirle, nos decidimos a abrirle las puertas de nuestros corazones de par en par para que entre en él y se hospede como el mejor de los huéspedes, lo convertiremos en el centro de nuestras vidas. ¿Cómo te parece?

Ahora, preguntémonos: ¿Qué cosas me están incomodando y no me permiten seguir ese estilo de Jesús? ¿Estoy dispuesto a renunciar a todas mis seguridades para abrir de par en par las puertas del corazón a Jesús?

Señor, permite que esta meditación nos lleve a entregarnos sin reservas a nuestra misión. Tú nos has mostrado el camino, nada fácil, pero seguro a la felicidad. 

 
posted by Laureano García Muentes at 6:42 a.m. | Permalink |


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