viernes, enero 21, 2022

"Misericordia, Dios mío, misericordia"...Salmo 57.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 21 de Enero del 2022

Jesús está en medio de la gente, la acoge, le habla, la cura, le muestra la misericordia de Dios; en medio de ella elige a los Doce Apóstoles para estar con Él y sumirse como Él en las situaciones concretas del mundo. Y la gente le sigue, le escucha, porque Jesús habla y actúa de modo nuevo, con la autoridad de quien es auténtico y coherente: Dios Padre.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 3, 13-19 nos muestra a Jesús que escoge y llama de entre los que le siguen, a quienes serían sus inmediatos colaboradores y partícipes de la misión.

Así, nos lo dice el texto: "Él sube al monte y llamó a los que quiso y estos, se fueron con Él, les instruyó para que estuvieran con Él, para enviarlos a predicar y tuvieran autoridad para expulsar demonios" Mc 3, 13-15

Él deseaba junto con ellos Salvar a la humanidad. Pero les advierte: No los quiere estáticos ni acomodados; les pide estar dispuestos siempre a salir sin miedo y a llenarse del poder del Espíritu Santo para luchar contra el mal, curar las enfermedades y a expulsar el mal que corroe y daña los corazones de los hombres. 

Él hoy de igual manera se acerca y nos llama a ti y a mi; y lo hace mencionando nuestros nombres de forma particular. Y se vale de muchas formas y mediaciones para llegar a nuestro encuentro.

Y miren, cuando nos encuentra, nos llama y  acoge. Y lo particular en Él: No nos llama por ser los mejores, ni como los más capaces, Él nos escoge de entre muchos hombres a hacer parte de sus amigos cercanos pidiéndonos solo una cosa: Que nos dejemos   transformar y seamos humildes y sencillos. Y nos advierte a no estar pensando en recibir honores; sino a ser  trabajadores y multiplicadores del Reino de Dios, donde prima ante todo, el Amor y la Justicia. 

¿No nos parece su actitud hacia nosotros una tremenda oportunidad? Si estamos de acuerdo, ¿Qué esperas?. Toma tu decisión y con plena libertad abraza su iniciativa. ¡Atrévete!

Jesús, gracias por pensar en nosotros, por llamarnos a experimentar tu amor. No dejes que te defraudemos, danos tu gracia para poder escucharte y cumplir con tu voluntad, siempre.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:31 a.m. | Permalink |


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