martes, enero 11, 2022

"Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador"...Salmo 1Sam 2.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 11 de Enero del 2022

Jesús no posterga el anuncio del Evangelio, no piensa primero en la disposición logística, ciertamente necesaria, de su pequeña comunidad, no se detiene en la organización. Su preocupación principal es la de comunicar la Palabra de Dios con la fuerza del Espíritu Santo. 

Jesús da inicio a su vida pública, así no lo relata el Evangelio de hoy tomado de Mc 1, 21-28. Y lo hace un día sábado en la sinagoga de Cafarnaún, un lugar donde las autoridades judías enseñaban a la gente sobre la observancia de ley.

Había allí, un hombre poseído por un espíritu inmundo (hombre con enfermedad corporal y mental) que le gritó: "¿Qué tienes que ver contra nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? ¡Sé quién eres!: El consagrado de Dios!" entonces Jesús le increpó diciéndole: "¡Calla y sal de él" El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: « ¿Qué es esto? Este enseña con autoridad, hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.» Mc 1, 24-27.

La gente quedó asombrada de sus Palabras, puesto que enseñaba con sabiduría y autoridad. Era la primicia de la Palabra de Dios que hacía eco en los oídos y que había que escuchar, acoger y anunciar para lograr la conversión.

Jesús se hace cercano frente al sufrimiento que nos oscurece la vida y nos despoja de las alegrías. Y nos dice: "¡Calla y sal de él!" y desea que retomemos el camino de la esperanza. 

Luchemos hermanos para que nuestros objetivos soñados se hagan realidad y que Jesús sea el motor de la barca que llegará con éxito a la otra orilla. 

Señor, son muchas las inmundicias que rodean nuestro entorno social. No podemos, pensar que mi familia y yo estemos exentos a su influencia ni que no contribuimos, un poco o un mucho, a esta triste realidad. Por ello te pedimos que ilumines nuestras mentes y nuestros corazones para que este momento de oración nos haga crecer en el amor.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:40 a.m. | Permalink |


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