"¡Bendito el Señor, mi alcázar!"...Salmo 144.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 19 de Enero del 2022
Cada día vemos en los Evangelios, muchas lecturas que hablan de los encuentros de Jesús con los enfermos, lisiados, endemoniados y su compromiso por sanarlos. El, se presenta públicamente como un luchador contra la enfermedad y que ha venido para sanar al hombre de todo mal. El mal del espíritu y el mal del cuerpo. Miremos con detenimiento lo que al respecto, nos dice el Evangelio:
Hoy Según dice el texto del Evangelio de Mc 3, 1-6 , allí en la Sinagoga, había un hombre que tenía paralizada una mano, y Jesús sintiendo la dureza del corazón de sus adversarios por no compadecerse de él, no es indiferente y busca sobre todas las cosas el bienestar de esa persona por encima de las normas y de las leyes.
Entonces le dice al hombre: "¡Levántate y ponte aquí en el medio!" y así lo hizo, para que se sienta incluido y acogido. Y... mirando a sus adversarios les pregunta: "Que está permitido en sábado? ¿Hacer el bien o hacer el mal?, ¿Salvar una vida o dar muerte?"
Él tenía como costumbre participar en las celebraciones con la gente para compartir con ellos las Santas Escrituras.
Jesús, era vigilado muy de cerca por los fariseos, escribas y Herodianos porque realizaba cosas contrarias a los principios religiosos establecidos. Ellos consideraban que curar a un enfermo un día sábado era igual que trabajar.
Con este comportamiento Jesús les pone el dedo en la llaga y les demuestra que no está de acuerdo con el sistema imperante y opresor que ellos pregonan donde ponen a la ley por encima de la vida de todas las personas.
Y miren: La única respuesta que recibió Jesús fue la confabulación para darle muerte por ser un peligro a sus intereses.
Que gran enseñanza nos brinda hoy Jesús.
Muchos nos sentimos muy convencidos de lo que creemos, pero, no nos sentimos seguros y confiados de nuestra propia libertad y parecemos unos camaleones que cambian de color en la medida de las circunstancias en las que vivimos. Si, dejamos de hacer el bien y ser testimonios por estar encerrados en el que dirán.
Y miren, hoy Jesús nos reafirma que necesita de ti y de mi, Él quiere que tú y yo seamos hombres y mujeres de Amor y que estemos seguros de que en Él, confiamos plenamente. Que creemos en sus Palabras, en sus ejemplos y sus gestos de vida. Él nos necesita generosos y siempre dispuestos. Y como dice el dicho callejero: ¡Siempre dispuestos para las que sea!".
Señor, cuántas veces nos encontramos tullidos como el hombre del que habla el Evangelio. Somos lisiados en el campo del espíritu. Sin tu gracia estamos imposibilitados para obrar el bien. Aumenta nuestra docilidad para escuchar tu voz.