"Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios "...Salmo 50.

Lunes 17 de Enero del 2022

La fe nace de un encuentro con Jesús. Un encuentro personal. Un encuentro donde Jesús ha tocado el corazón y ha dado una dirección y un nuevo sentido a la existencia. Es un encuentro que es posible gracias a la comunidad de fe en la que se vive y donde se encuentra la sabiduría de la Sagrada Escritura que da el acceso a la vida nueva que brota a través de los sacramentos, de la fraternidad con todos y el servicio a los pobres. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 2, 18-21, Jesús le muestra a los discípulos de Juan un nuevo sendero a seguir muy diferente a las que él llama "viejas costumbres de los fariseos" 

En el contexto del Evangelio  podemos apreciar que se había creado un conflicto con los Fariseos basado principalmente en el ayuno.

Ellos, le dicen a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?". Jesús les responde: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras el novio está con ellos, no pueden ayunar. Llegarán días en que les arrebatarán al novio, y entonces ayunarán en aquel día. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto -lo nuevo de lo viejo- y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos”

Y miren, los fariseos le cuestionan a cerca de la observancia de la ley, pero Jesús va más a fondo y les anticipa lo que pasaría cuando estuvieran solos, sin Él. 

Con ello quiere darnos a entender que mientras estemos unidos, viviendo y degustando su presencia seremos como vinos nuevos que harán saborear a todos y en cualquier lugar, su vida espiritual, pues ella irá desplazando las estructuras religiosas caducas y rígidas que no aceptan o se adaptan a las novedades y al progreso sin dejar crecer a nadie porque se encierran en odres endurecidos por unas prácticas religiosas tradicionalistas.

Entonces hermanos, este Evangelio de hoy sea una invitación a descubrir la nueva vida que la gracia de Dios nos trae; porque, conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; y haberlo encontrado nosotros, es lo mejor que nos ha de ocurrir en la vida. 

Por ello, que nuestro compromiso esté basado  siempre en darlo a conocer con nuestra vida, palabra y obras como un gesto de gratitud al mejor de los regalo que nos ha dado: Su llamado a seguirle.