"Acuérdate de mi, Señor, por amor a tu pueblo"...Salmo 106.

Sábado 12 de Febrero del 2022

Compasión, Compartir y Eucaristía. Tres elementos importantes que nos señalan el camino que Jesús desea que aprendamos de este Evangelio. Ellos son el camino que nos lleva a afrontar con fraternidad las necesidades de este mundo, pero que también, nos conducen al más allá de este mundo, porque sale de Dios y vuelve a Él.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 8, 1-10, nos dice que Jesús siente lastima por la gente. Mira su realidad y busca la manera de solucionarla. Él no siente una compasión emocional o superficial, sino que busca afanosamente los medios para brindar una solución rápida que sea fruto del amor de sentirse cercano a los más necesitados: "Si los despido a casa en ayunas, desfallecerán por el camino; y algunos han venido de lejos: ¡Denle ustedes de comer!" 

Jesús reta a los discípulos a que escuchen las necesidades, compartan lo que tienen y atiendan al hermano necesitado en sus debilidades y con estas Palabras El nos quiere decir  que un seguidor de Jesús requiere mostrar  compasión por los más necesitados, ser misericordioso, es saber decirle al otro sin miedo: Te quiero, es aprender a  escuchar y a transmitir la Palabra de Dios  con ternura y humildad. 

Jesús nos ofrece un gran ejemplo de donación: Cada día nos brinda su cuerpo y  su sangre en las Eucaristías; y tú y yo, como sus discípulos, también podemos multiplicar esa donación amorosa de Él a todas las personas que estén a nuestro lado y en  nuestro diario caminar, para que se alimenten del verdadero amor que está en su corazón.

Señor Jesús aumenta nuestra fe, esperanza y caridad. Derrama con abundancia tu gracia sobre nuestra alma tan necesitada del verdadero alimento de la vida. Te ofrecemos nuestra meditación por todos los cristianos, especialmente por aquellos que no tienen la posibilidad y las disposiciones habituales de comer y se sienten olvidados de la gente. Abre nuestros corazones para acoger tu gracia con fervor y constancia, para cumplir tu voluntad de amar a nuestro prójimo sin medidas.