lunes, febrero 14, 2022

"Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor"...Salmo 119.

REFLEXIONES AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 14 de Febrero del 2022

Las señales que Cristo ha venido dando a los fariseos no han hecho ningún efecto. Ellos son los que le piden al Señor señales del cielo para creerle, y que hasta en el momento de la agonía en la cruz, no se cansan de repetir que "si baja de la cruz, entonces sí le creerán". Lo que más necesitamos es creer con sencillez para ver a los milagros que Jesús va haciendo sin darnos cuenta de ello.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 8, 11-13, percibimos una nueva discusión entre los Fariseos y Jesús a cerca del desconocimiento y la incredulidad que rodeaba el mensaje que estaba proclamando, porque ellos, "Querían ponerlo a prueba y lo presionan para que fuera obediente a sus exigencias. Jesús al notar sus intenciones les dice: "¿Para que piden una señal esta generación? Les aseguro que a esta generación no se le dará ninguna señal". Dejándolos, se volvió a embarcar en una barca y pasó a la otra orilla.  Mc 8, 11-13.

Con esta afirmación Jesús quiere hacerles ver que la raíz principal en ellos era su falta de Fe y confianza.

Aquí, se pone de manifiesto de parte de los Fariseos una contraposición al mandato de Dios, porque el amor que ofrece Jesús es misericordioso y en cambio el que pretenden imponer los Fariseos es dominante y discriminatorio.

Hoy hermanos, Jesús nos previene ante situaciones similares donde nosotros podemos caer fácilmente al querer quedarnos cómodos en posiciones religiosas  estáticas y a cambio, queremos pedirle señales al Señor para asegurarnos de que así, podemos levantarnos para avanzar. 

Nuestro Dios es un Dios de sorpresas, siempre desea algo nuevo para nosotros.

Señor, danos esa fe plena y confiada que no tenga necesidad de pedir señales o milagros. Sabemos que nos amas, que siempre estás dispuesto a escuchar nuestra oración. Permite que sepamos guardar el silencio necesario para dialogar contigo y fortalecer así nuestra fuerza de voluntad para saberme abandonarnos en la misericordia de tu amor.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:36 a.m. | Permalink |


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