jueves, diciembre 09, 2021

"El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad"...Salmo 144.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 9 de Diciembre del 2021

Es necesario abrirse a esta novedad. La meditación de la figura del Bautista se convierte en una auténtica provocación para que sepamos reconocer la enorme oportunidad que se nos brinda de entrar a formar parte del Reino y a acoger el inmenso don de la dignidad de hijo de Dios, que supera cualquier otra grandeza moral o religiosa a la que pudiera aspirar. Pero todo esto no va a ser fácil, sino que supone de cada uno de nosotros, decisión y libertad personal. 

El Evangelio de hoy tomado de Mt 11, 11-15 y en el, Jesús le dice al gentío que le seguía: "En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos, que oiga".

Se refleja en este Evangelio, una gran realidad espiritual: Si nosotros deseamos lograr el Reino de Dios, tenemos trabajar en ser pequeños y humildes como lo fue Juan Bautista. 

Juan Bautista preparó el camino del Señor y se definió así mismo como un hombre que no era digno de desatarle siquiera sus sandalias. Con esta afirmación él mostraba su personalidad humilde, sencilla y pequeña, sin pretensiones ni privilegios. La vocación de ser un servidor de Jesús, no se obtiene por el hecho de recibir solo el llamado. Si pensamos así, nos equivocamos.  La vocación se cuaja, se fecunda, se madura desde cuando aceptamos ser pregoneros del Reino. 

Preguntémonos: ¿Hasta qué punto estoy valorando la Misión que me encomendó Jesús?, ¿Estamos apreciando el don que recibimos de Dios?

Hoy Jesús nos dice: "El que tenga oídos que oiga".

“Que tus profetas, Señor, despierten en nosotros el deseo de acogerte y de testimoniarte en cada situación de la vida”.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:16 a.m. | Permalink |


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