"Dichosos los que esperan en el Señor "...Salmo 146.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 4 de Diciembre del 2921
Jesús prepara la misión de los Doce con su ejemplo de compasión con la gente, manifestado en el curar sus enfermedades y en el cargar con sus sufrimientos. Pero además de su ejemplo de verdadera misericordia, invita a los Doce a la oración.
Hoy el Evangelio de Mt 9, 35-38- 10, 1.6-8, nos muestra a Jesús Compasivo con los pobres y necesitados; una de las principales actitudes o características de Él, que nacen de su Misericordia.
Dice el texto del Evangelio, que: "Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y dolencia. Y al ver a la muchedumbre, sentía compasión de ellos, porque estaban maltratados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.» Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; gratuitamente deben dar".
Dentro de este texto hay una frase muy significativa e importante: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.» con ella Jesús nos invita a realizar la Misión; y nos hace ver, que esta no depende de nosotros sino, de la Voluntad de Dios pues es Él quien nos ha llamado y nos asignó como tarea el ir a todos los pueblos y lugares del mundo para dar a conocer a todas las personas la llegada del Reino de Dios.
Hoy Él nos está pidiendo que seamos sus colaboradores efectivos y eso significa, llevar a todas las ovejas descarriadas de regreso al redil.
Así que no tenemos tiempo que perder, por tanto, es necesario que aprendamos y ser conscientes de nuestra realidad ya que hay muchas personas a nuestro alrededor que nos necesitan y que aún, no conocen a Dios e ignoran los propósitos que Jesús vino a traernos para que logremos la salvación.
No olvidemos que Jesús nos dice en nuestros oídos: "El que quiera salvar su vida la perderá, quien la pierda por mi y por la Buena Noticia se salvará". Por tanto, ofrezcamos un pequeño sacrificio a Dios por todos los que hoy sufren la falta de la Fe.
“Manda, Señor, trabajadores a tu mies, y danos mucho vigor en la realización de la tarea evangelizadora. Nos basta tu gracia”.