"Ensalzadlo con himnos por los siglos"...Dn 3.

Martes 23 de Noviembre del 2021

La gran invitación del Evangelio de hoy, es la de vivir la vida de “forma sabia”, siempre abierto a esa presencia de Dios que se produce de tantas formas y maneras. Es una presencia salvadora y no precisamente de condena. Acogerle, caminar por sus sendas, encontrarme con Él y con su don de salvación… ¡he aquí la TAREA que se me presenta!

El Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 5-11, es una invitación al discernimiento para que podamos entender donde está el Espíritu de Dios y donde está el espíritu del mal. Así, lo dice Jesús a sus discípulos cuando le preguntan: "¡Maestro, cuando sucederá eso y cual es la señal de que está por suceder?" y lo hacen después que; delante de ellos, escucharon  a algunos judíos que elogiaban las hermosas piedras del templo y la belleza de su ornamentación; y Jesús, les dijo: "Llegará un día en que todo lo que ustedes contemplan será derribado sin dejar piedra sobre piedra" Lc 21, 5-7.

Estas Palabras de Jesús son también actuales hoy para todos nosotros: "Miren, no se dejen engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre diciendo: Yo soy, ha llegado la hora." Lc 21, 8

Si, hay muchos hombres y mujeres que se dicen ser "salvadores de la humanidad" y tratan de reemplazar a Jesús como son los brujos, adivinadores del futuro o también llamados clarividentes, médiums, etc, que quieren atraer para si seguidores y confundir la Fe en Dios. 

Frente a estos personajes, Jesús nos alerta y nos pide estar vigilantes, diciéndonos: "¡No vayan tras ellos!" Lc 21,8.

Él quiere que no nos dejemos echar cuentos de terror y nos apartemos de la pasividad estéril y  salgamos a trabajar por hacer cada día que *Dios sea conocido y amado por todas las gente y en todos los lugares y que el imperio del amor, la confianza y  la fidelidad triunfe sobre el dominio del demonio en el mundo. 

Seamos firmes en el seguimiento de Jesús y reconozcámosle como nuestro Salvador.  No dejemos que los falsos profetas nos ofrezcan soluciones mágicas a nuestros problemas.

“Haznos solidarios y hermanos, Señor Jesús, para que comprendamos que juntos podemos hacer que este mundo sea un hogar para todos”.