"Bendito sea, Señor, Dios de nuestros padres "...Dn. 3.

Lunes 22 de Noviembre del 2021

Impresiona la capacidad de “ver” de Jesús que no se queda en la superficie, sino penetra hasta dentro, hasta el corazón y ahí descubre las motivaciones profundas del obrar humano. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 1-4, vemos a Jesús enseñando en el templo de Jerusalén. Estando allí, observa como unos ricos depositaban sus donativos; vio también, a una mujer viuda que ponía en el arca del templo unas moneditas; y dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que todos. Porque todos ésos han depositado donativos de lo que les sobra; pero ella en su pobreza, ha puesto cuanto tenía para vivir." 

Jesús elogia a la mujer viuda sumida en la pobreza porque sabe compartir lo que tiene; en cambio, los ricos echan monedas de gran valor sólo para que les vieran. 

Era costumbre que todos los asistentes al templo dieran donaciones, que eran utilizadas para el sostenimiento, el sustento de los sacerdotes y mantener el culto.

Jesús nos muestra hoy algo diferente cuando pide que se observe muy bien el gesto de la viuda. Les pide a ellos y hoy a nosotros, que allí, Dios se manifiesta en su grandeza por el saber compartir de los pobres y desfavorecidos de la sociedad. 

Preguntémonos: ¿Cómo práctico la solidaridad y el compartir de lo que Dios me a dado gratis con otros?

El ejemplo de la viuda de hoy nos muestra que lo poco que poseemos para vivir vale para otros más que mil monedas de los ricos.