"El Señor sostiene mi vida"...Salmo 53.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 19 de Septiembre del 20

Acoger a un niño en medio de la comunidad es acoger al necesitado, al desvalido, al indefenso, al que no cuenta para nadie. Poner en el centro al débil es poner en el centro a Cristo; es acoger la debilidad de la cruz como estilo de vida.

Esta vez Jesús les explicaba mientras iban de camino a Cafarnaún: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Mc 9, 31. Pero, los discípulos no le  entendían y sentían miedo. 

Él les pregunta al llegar a Cafarnaún y estar descansando en casa: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó y los llamó diciéndoles : "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Mc 9, 33-35.

Jesús realiza un acto simbólico en presencia de sus discípulos: Toma a un niño y  acercándolo, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado." Mc 9, 36-37.

Con ello les quiso decir que los niños llevan vida, esperanza, alegría. No están atentos a las preocupaciones del mundo sino que disfrutan los momentos con liderazgo natural y no tienen perjuicios;  siempre están dispuestos a seguir y participar .

Pidámosle al Señor para que seamos humildes y sencillos de corazón y estemos siempre dispuestos a participar y servir de ejemplo para los demás. 

La cruz es el horizonte; solo desde la resurrección los discípulos podrán entender el sentido de las palabras de Jesús.