"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos"...Salmo 48.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 17 de Septiembre del 2021
La gran tarea que Dios nos pide es seguirlo. El verdadero cristiano es el que le sigue, es el que se ha puesto en camino. Jesús abre las puertas a las mujeres y después de ser sanadas, perdonadas y encontradas las dignifica y lo siguen en el camino del anuncio del Reino de Dios. Jesús necesita que tengamos una vida de fe comprometida y encaminada al camino.
El Evangelio de hoy tomado de Lc 8, 1-3 nos presenta de manera muy breve cómo era la actividad de Jesús, quien además de hacerla en compañía de los doce discípulos, también se sumaban a éstas algunas mujeres que habían sido sanadas de los espíritus inmundos y enfermedades.
Contrario al trato de marginación que recibían las mujeres en esa época por parte de los Judíos, Jesús las dignifica y las acepta como sus discípulas y las deja libres para que lo acompañen en su misión.
Hoy nos habla el Evangelio de algunas de ellas: María Magdalena a la cual la había liberado de siete demonios, Juana mujer de Cusa quien administraba la casa de Herodes Antipas, Susana y otras más que ayudaban con sus bienes.
Mujeres como las de hoy que forman parte importante dentro de la Iglesia y que son testimonio vivo de un amor a Dios a toda prueba, de fidelidad al seguimiento de Jesús y de ayuda a la extensión del Reino de Dios en el mundo.
Jesús acompaña y camina junto a todos los hombres y mujeres que quieren transmitir, compartir y contagiar la alegría de su Palabra.